Meritorio homenaje a Erik L. Ekman

Meritorio homenaje a Erik L. Ekman

Al cumplirse el primer centenario de la graduación de doctor en ciencias en la Universidad de Lund, Suecia, y de la llegada al Caribe del Dr. Erik Leonard Ekman, ocurrida en abril de 1914, la Academia de Ciencias de la República Dominicana, en conjunción con la Presidencia de la República; Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales; Universidad Autónoma de Santo Domingo (Uasd); Museo de Historia Natural; Jardín Botánico Nacional Rafael Moscoso; Universidad Católica Madre y Maestra (Ucamaima); Fundación Propagas y un equipo técnico-consultivo de colaboradores, se proponen el 14 de octubre, realizar varios actos para recordar, agradecer y enaltecer la figura del más grande botánico que ha escrutado y clasificado la flora de las Antillas.

Los méritos y descubrimientos del doctor Ekman son innumerables. Llegó a Cuba en 1914, donde pasó diez años. De ahí, se trasladó a Haití, recorriendo su territorio por cuatro años, para el 28 de diciembre de 1928 penetrar por Jimaní a nuestro territorio, en donde después de escudriñar nuestras montañas y campiñas por espacio de tres años, contrajo en una de esas incursiones una neumonía, que lo llevó a la tumba a la prematura edad de 47 años, el 15 de enero de 1931. Su cadáver fue enterrado en el Mausoleo del Maestro, en el Cementerio de la 30 de Marzo de la ciudad de Santiago de los Caballeros. Posteriormente, encabezados por un familiar, el señor Claes Ahlin, y con el apoyo de la Fundación Ekman, sus restos fueron exhumados y depositados en un monumento acompañados de su estatua en dicho cementerio.

Durante los 17 años que de trabajo intensivo y agotador realizó en Cuba, Haití y nuestro país, recolectó la increíble cantidad de alrededor de 35,712 números, compilando unos 100,000 ejemplares, descubriendo 2,000 especies nuevas para la ciencia y 55 géneros, lo cual constituyó una extraordinaria labor científica, que al decir de los expertos, jamás será igualada en las Antillas.

La indiferencia y olvido como fue tratado Ekman después de su muerte, encontró quienes al reconocer sus merecimientos, lo sacaran del ostracismo en que se encontraba su figura. Para que esta generación y las futuras lo tuviesen presente, el Jardín Botánico Nacional Rafael Moscoso, le erigió un monumento en bronce en sus jardines, para que le puedan rendir homenaje al sin lugar a dudas padre de la botánica en la República Dominicana.

En nuestro país, el doctor Ekman recolectó 16,500 números y 50,000 ejemplares, incluidas unas 800 especies y 30 géneros nuevos para la ciencia. La mayor parte de este material lo envió al Museo Botánico de Estocolmo, constituyendo el mismo el mayor inventario de plantas del país. Esta colección de plantas está considerada la más completa sobre especies del área del Caribe, ya que este titán se internaba en las montañas y bosques, sin apenas comida, a pie y durmiendo a la intemperie, lo cual le hizo contraer la neumonía que lo llevaría a la tumba, no obstante él ufanarse de que estaba hecho de acero sueco y por lo tanto, las inclemencias del tiempo no le afectaban.

Dentro de los homenajes que se le rendirán a Ekman, se ha solicitado al señor Presidente de la República licenciado Danilo Medina, que el 14 de octubre le imponga una condecoración póstuma por los valiosos servicios botánicos que le rindió a la Patria.

El día 15 de octubre, la Comisión Organizadora se trasladará a Santiago para homenajearlo en su tumba. Asimismo, se ha solicitado al rector magnífico de la UCAMAIMA, monseñor Agripino Núñez, que se le conceda un doctorado honoris causa. Se tiene planificado en el campus de esta universidad, hacer un bosquecillo en donde se sembrarán únicamente especies botánicas que lleven el nombre de Ekman.

La Fundación Propagas se ha comprometido, aparte de financiar el busto de Ekman que será develizado en la Academia de Ciencias, a poner una placa en su honor en Valle Nuevo en plena Cordillera Central, precisamente en un lugar detallado por Ekman donde encontró una de la más rara especie de las múltiples que clasificó.

Finalmente, se tiene la intención desde Valle Nuevo, tomar la carretera que nos llevará a San José de Ocoa, último lugar en donde Ekman incursionó y desde donde lo llevaron gravemente enfermo hacia Santiago, para fallecer tres días después de su internamiento en una clínica local.

Hemos hecho un sucinto relato de la vida de este coloso de la ciencia botánica y no obstante estos homenajes que se le harán, creemos que el grado de gratitud es tan grande, que apenas comenzamos a retribuir y devolver, todos sus sacrificios por una Patria que aunque no era suya, la quiso como propia. Por todo lo anterior, nos inclinamos reverentemente hacia tu figura exclamando: “Loor a quién loor merece”.

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