Berlin. Los alemanes rara vez han estado tan divididos sobre los cambios que sufre su sociedad, declaró la canciller Angela Merkel el domingo, y en su mensaje de Año Nuevo se dijo comprometida a ayudar a afrontar los desafíos que le depara el futuro formando prontamente un nuevo gobierno.
Alemania ha estado en un limbo político desde las elecciones de septiembre, que propinaron duras derrotas para la centrista «gran coalición» que gobierna el país desde 2013.
El intento de Merkel de forjar un nuevo gobierno con dos partidos más pequeños fracasó, lo que la obligó a acudir de nuevo a sus antiguos socios, los socialdemócratas.
Merkel reconoció las preocupaciones que algunos tienen en Alemania sobre el ritmo del cambio social, incluyendo el flujo de refugiados que ocasionó que muchos conservadores cuestionaran su capacidad de gobernar.
Pero la canciller subrayó que otros en la mayor economía europea, que ha registrado un rápido crecimiento y una continua caída del desempleo, se muestran optimistas sobre el futuro.
«Algunos incluso hablan de una división que ocurre en nuestra sociedad», indicó sobre las opiniones discrepantes que ella ha escuchado en el último año.
Merkel agregó que ha tomado muy en serio el mandato de los votantes «especialmente cuando se trata de trabajar para formar prontamente un gobierno estable para Alemania en el nuevo año», señalando entre sus prioridades la necesidad de proteger la prosperidad, mejorar la educación y el uso de la tecnología digital, fortalecer la atención a las familias y a las personas de edad avanzada, estabilizar los desequilibrios regionales y garantizar la seguridad.
También reiteró la necesidad de que los países europeos trabajen más unidos y defiendan las fronteras externas del continente, prometiendo trabajar con Francia para «hacer una Europa adecuada para el futuro».