Brasilia, Brasil. La canciller alemana, Angela Merkel, dijo el jueves en Brasilia que si mejoran las condiciones de inversión en el país sudamericano podría incrementar el comercio bilateral con su principal socio en la región. «Podemos expandir nuestro comercio», señaló poco antes de iniciar la primera ronda de consultas al primer nivel de gobierno con su par brasileña Dilma Rousseff.
«Las empresas alemanas quieren y están dispuestas a invertir aún más en Brasil», subrayó la canciller, que llegó con gran parte de su gabinete, en una rueda de prensa. La visita de Merkel se da en momentos difíciles para Rousseff.
Con su partido golpeado por un escándalo de corrupción en la estatal Petrobras y con la economía en su quinto año de baja actividad, la popularidad de la mandataria se derrumbó a niveles de un dígito. El domingo pasado Brasil fue escenario de masivas protestas callejeras en más de 200 ciudades para pedir la salida de la debilitada Rousseff mediante un juicio político.
Brasil es el principal socio comercial de Alemania en América Latina, con un intercambio que en 2014 fue de 20.400 millones de dólares. En su territorio operan unas 1.300 empresas alemanas, como la automotriz Volkswagen, la química BASF, la farmacéutica Bayer y la siderúrgica Thyssen-Krupp, entre otras, que emplean a unas 250.000 personas.
Según la cancillería brasileña, uno de los objetivos de Rousseff para esta visita es invitar a los capitales alemanes a sumarse al programa de concesiones para obras de infraestructura que lanzó este año su gobierno por unos 64.000 millones de dólares.
Pero además de la economía y del apoyo a una relación privilegiada de largo plazo más allá de los problemas coyunturales, Merkel buscará llevarse un compromiso en materia de cambio climático, un área donde la potencia sudamericana juega un rol central como dueño de la mayor biodiversidad del planeta.