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ESTRASBURGO, Francia (AP).- La canciller de Alemania Angela Merkel esbozó ayer un ambicioso programa para la presidencia de la Unión Europea que su país detentará durante seis meses, indicando que el bloque debería establecer un cronograma para adoptar una constitución común y reactivar conversaciones sobre un acuerdo de comercio global.
Existen fuertes expectativas de que Alemania, el país más rico y poblado de la UE, que también asumió la presidencia del Grupo de los Ocho —las principales naciones industrializadas del mundo— resolverá el destino de las estancadas gestiones para aprobar la constitución de la UE y guiará al bloque en sus negociaciones con Rusia a fin de garantizar el abastecimiento de petróleo y de gas. Pese a las expectativas, existen interrogantes sobre cuánto podrá lograr Merkel en un año en que se registrarán cambios de liderazgo en importantes países del bloque como Francia y Gran Bretaña.
En un discurso ante el Parlamento Europeo, Merkel dijo que consultará a las 27 naciones de la UE para que le informen de sus objeciones a la constitución, ratificada por 18 estados y rechazada en referéndums en Holanda y en Francia, en el 2005.
«La pausa para la reflexión ha concluido. En junio, deberemos alcanzar una decisión sobre lo que haremos con la constitución’’, dijo a legisladores del parlamento europeo durante su primera presentación ante la asamblea de la UE. «Es en el interés de Europa concluir este proceso de manera exitosa para las próximas elecciones europeas del 2009’’, añadió.
Alemania desea mantener la mayor parte del borrador de la constitución. El propósito es que la UE, que ya cuenta con 489 millones de personas, tenga más visibilidad en el escenario mundial mediante la creación de los cargos de presidente y ministro de relaciones exteriores.
«Necesitamos un ministro de relaciones exteriores para Europa. Esa es una razón suficiente para adoptar un tratado de constitución’’, dijo Merkel al parlamento. «Debemos dar un alma a Europa; debemos encontrar el alma europea. Cualquier fracaso será un fracaso histórico’’, añadió.
