LUDWIGSBURGO, Alemania. AFP. La canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés François Hollande exaltaron la amistad francoalemana el sábado en Ludwigsburgo, antes de un almuerzo de trabajo en el que tratarán de unir sus posturas sobre la gestión de la crisis del euro y la fusión de EADS y BAE.   «¡Viva la juventud francoalemana, viva la juventud europea!», dijo en francés la canciller alemana, tras un discurso pronunciado en alemán, ante un público compuesto por políticos, jóvenes y ciudadanos de Ludwigsburgo reunidos en un fiesta popular francoalemana en el castillo de esta ciudad del suroeste del país.  

El presidente Hollande se dirigió a su vez en alemán a la juventud al finalizar su discurso pronunciado en francés: «Su papel es hacer realidad un sueño europeo y darle un futuro ¡Viva la amistad francoalemana!», dijo.  

Bajo un cielo gris con algunos claros, Merkel y Hollande hablaron en el patio de uno de los castillos barrocos más grandes de Alemania, en el mismo lugar en el que el general de Gaulle pronunció su discurso a la juventud alemana hace 50 años.  

«Nosotros europeos, estamos unidos para nuestro regocijo», repitió dos veces la canciller, aplaudida por el público. También recordó que en la época del discurso del general francés Charles de Gaulle tenía ocho años y vivía en la República Democrática Alemana, la RDA, del otro lado del telón de acero, un año después de la construcción del muro.  

«Entonces, era inimaginable pensar en estar aquí», dijo.

 «La respuesta a la crisis tiene un solo nombre: Europa, es Europa la que vencerá la crisis», agregó el presidente francés.  

La pareja, que se describe como el «motor de Europa», iba a reunirse después en un almuerzo de trabajo.  

Dada la importancia de los asuntos en la agenda — la gestión de la crisis de la deuda en la zona euro y la fusión de las dos empresas de aeronáutica y defensa EADS-BAE — se programó una conferencia de prensa para el inicio de la tarde.   No se espera ninguna decisión, advirtió no obstante el portavoz del gobierno alemán.  

Alemania y Francia, primera y segunda economías de la Unión Europea, respectivamente, son los dos mayores contribuyentes a los fondos de ayuda para los países en dificultades de la zona euro (con cerca del 27% y el 20%, respectivamente).  

No tienen más alternativa que ponerse de acuerdo si quieren salvar la moneda única, pese a que mantienen diferencias: mientras que Francia quiere avanzar rápidamente en la creación de una supervisión bancaria, Alemania no tiene la misma prisa.  

Hollande quiere «decisiones» sobre estos asuntos en la cumbre europea de los días 18 y 19 de octubre, para restablecer un mínimo de confianza con la esperanza de que se reanude el crecimiento económico.  

Pero Alemania avisa que la salida de la crisis llevará tiempo.  

Igual que la Comisión Europea, París quiere confiar al Banco Central Europeo (BCE) la supervisión de 6.000 bancos de la zona euro, mientras Berlín prefiere limitar el control a las mayores entidades. 

 Otro asunto espinoso es el proyecto de fusión del grupo europeo EADS, fabricante de Airbus, con el británico BAE Systems.  

Ante los inmensos desafíos estratégicos en juego, París y Berlín no acaban de ponerse de acuerdo sobre el proyecto a menos de tres semanas del plazo para que venzan las discusiones entre los dos gigantes de la aeronáutica y la defensa, que crearía el número 1 mundial por delante del estadounidense Boeing.