Tras ser juramentado como presidente de la Mesa del Diálogo y Representación Cristiana, el reverendo Nérsido Borg Cedeño atribuyó los altos niveles de corrupción y descomposición moral en el país a la falta de aplicación de las leyes.
Explicó que no es que los dominicanos son más corruptos que los de otros países, sino que en los demás se aplican las leyes, sin importar posiciones políticas, económicas y sociales.
“La corrupción y la maldad son condiciones inherentes al ser humano, se corrigen cuando este entra a un colmado de raíz en su ser interno, pero se controla cuando los Estados tienen aplicación correcta de la Ley”, sostuvo.
Dijo que las leyes civilizan al ser humano, por lo que aquellos que cuentan con normas que los regulan se eximen de cometer el mal porque saben que de cometerlo serían castigados.
Agrega que también existe una condición espiritual que solo Dios transformándolo evita que el humano no cometa las aberraciones que se observan en la sociedad. “Hago un llamado a los que gobiernan, los que dirigen el Estado, aplicar las leyes de manera correctas y permanente, en igualdad para todos”, expuso.
Aseguró que cuando las leyes se aplican igual para todos la gente se ve compelida a cumplirla, y lo hace con mayor conformidad que cuando observa que a uno la aplican pero a otro no, lo que crea irritación y violencia.
Violencia. Manifestó que la violencia siempre ha sido y será una preocupación de la iglesia, ya que se engendra en el propio seno de la familia y cuando esta arropa a las naciones es porque existe un grave problema en el núcleo de la sociedad.
Sostuvo que las personas que son transformadas por Dios controlan los actos de violencia de la mejor manera posible.
Expuso que la violencia es una condición inherente al ser humano, y que solamente se controla cuando este se entrega a Dios.
Precisa que ese fenómeno tiene que ser controlado al máximo por los Estados a través de las leyes y normas que regulan la convivencia social.
“Se necesita que el Gobierno, el Estado tenga una aplicación de las leyes de manera correcta y permanente, porque la mala aplicación genera violencia, la mala formación familiar genera violencia, los privilegios irritan, lo mismo que la aplicación de la ley de manera esporádicas”, apunta.
Advirtió que la mayor amenaza a la familia son las nuevas visiones que dan al traste con la formación original de este núcleo de la sociedad.
Además de Borg, la junta directiva que estará vigente hasta 2020 la integran los reverendos Braulio Porte, Johnny Martínez, el obispo Moisés Quezada, la pastora Lucy Cosme, el reverendo Lorenzo Mota King; Salustiano Mojica, Carmen Checo y Jorge Plourde.