Mesa denuncia plan golpista;
crecen las protestas en Bolivia

Mesa denuncia plan golpista; <BR>crecen las protestas en Bolivia

LA PAZ (AP).- El presidente Carlos Mesa denunció que hay «una conspiración» en marcha para impedir la reanudación de las sesiones del Congreso el martes, cuando los legisladores se reunirán para buscar soluciones que satisfagan a los miles de manifestantes que acosan a la capital.

«Hay una conspiración para que el congreso no se reúna mañana», dijo Mesa, y afirmó que garantizará la seguridad de los legisladores para que sesionen. No identificó a los «conspiradores» pero dijo que son parte de grupos minoritarios y radicales.

Las manifestaciones, a las que se ha sumado el corte de rutas que unen a La Paz con las principales ciudades y con Chile y Perú, son protagonizadas por diversos grupos, en su mayoría de campesinos indígenas, que exigen la nacionalización de los hidrocarburos y, ahora, la convocatoria a una asamblea constituyente.

Una parte de los manifestantes también reclama la renuncia del mandatario y el cierre del Congreso. Además, activistas de cuatro departamentos exigen la autonomía.

Mesa señaló que es una «paradoja» que los manifestantes quieran impedir la reanudación de las sesiones del Congreso, rodeándola con miles de personas, y al mismo tiempo, exigirle que atienda sus demandas de nacionalización y constituyente.

«(…) Impedir que el Congreso se reúna, es un corralito evidente y obvio para desestabilizar el sistema democrático», dijo Mesa el lunes, en un discurso que pronuncio en un cuartel militar durante un acto protocolar. «Cerrar el Congreso, ese es un golpe», insistió.

Las protestas se reanudaron en La Paz el lunes, tras un fin de semana de tregua, con marchas de miles de campesinos, cocaleros, vecinos de la ciudad de El Alto, maestros, mineros y universitarios en las calles del centro, cuyo tránsito vehicular se vio nuevamente paralizado.

El diputado Evo Morales, considerado el líder de la oposición, quien dice estar en desacuerdo con la renuncia de Mesa, pidió que se deje trabajar al Congreso.

Morales, líder del partido cocalero Movimiento al Socialismo (MAS), declaró a la prensa que el Legislativo debe ahora no sólo atender las demandas de autonomía departamental de cuatro departamentos (provincias), sino también las exigencias campesinas.

El presidente del Congreso, Hormando Vaca Díez, había convocado al Congreso para concluir el análisis de un proyecto de ley de autonomías, que promueven, en especial, dirigentes cívicos y empresariales de Santa Cruz, el departamento más pujante de Bolivia.

Pero a la llamada agenda del oriente y sur, Morales ha contrapuesto la agenda del occidente del país, que consiste en la nacionalización de los hidrocarburos y la convocatoria urgente a la asamblea constituyente «para refundar Bolivia». «El tema central de las movilizaciones es el de la asamblea constituyente, un poco para frenar las posibilidades de división de la región cruceña», dijo el diputado.

«La asamblea constituyente no sólo es para nacionalizar los hidrocarburos, sino todos los recursos naturales, por eso hay un sector del oriente que no quiere la constituyente», agregó Morales.

Insistió en que el gobierno debe ordenar a la policía que tome los campos petroleros donde operan empresas transnacionales para dar paso a una «nacionalización de hecho».

Las desavenencias surgen del hecho de que Santa Cruz y Tarija, en especial, son regiones ricas, con líderes cercanos al liberalismo económico, mientras que el occidente, donde se encuentra La Paz, es cuna de dirigentes campesinos indigenistas de ideología estatista y de izquierda.

Mesa, frente a pedidos de renuncia, y en menor medida de sectores empresariales, dijo que concluirá su mandato, en agosto de 2007.

Fustigó también a los medios de comunicación por difundir declaraciones de dos militares, ahora dados de baja y a quienes llamó «delincuentes», que pedían su renuncia.

El ministro de Gobierno, Saúl Lara, denunció ante la justicia ordinaria por sedición a los dos militares y a dos líderes de las protestas, Jaime Solares, secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana, y al concejal de El Alto Roberto de La Cruz.

Mesa señaló también que durante las manifestaciones, «grupos minoritarios» buscan que se susciten muertes en la confrontación con la policía, que ha tenido que usar a diario gases lacrimógenos y camiones lanza-agua para dispersarlos.

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