Ante la agudización de la crisis política, económica y social en Haití, República Dominicana debería detener la persecución y deportaciones de inmigrantes debido a que en la vecina nación no hay garantía de ninguna índole para los que están ni para los llegan.
Así lo considera la Mesa Nacional para las Migraciones y Refugiados en República Dominicana (Menamird) tras señalar que enviar más inmigrantes a Haití profundizaría la crisis, agravada ahora por las protestas que encabeza Guy Philippe en reclamo de la renuncia del primer ministro Ariel Henry, quien debió salir del cargo el pasado día 7. Desde el día antes no han cesados las manifestaciones en Haití.
William Charpantier, coordinador de la Menamird, explica que generalmente los haitianos deportados por la Dirección General de Migración (DGM) regresan. “Los testimonios que tenemos es que cuando los deportados llegan a Haití buscan la forma de regresar a la República Dominicana, buscan 15 o 20 mil pesos y a los pocos días están de vuelta aquí”, dice.
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Señala que por necesidad los haitianos no tienen otra salida que retornar, debido a que en Haití no cuenta con fuentes de ingresos ni seguridad, pero además la mayoría tiene a su familis en este lado.
Estima que de los 250 mil deportados que notificó la DGM en el 2023 , la mayoría está de vuelta. ”¿Tú cree Sque esas 250 mil personas que fueron deportadas el año pasado están en Haití?”, se preguntó respondiendo que lo más probable es que no: la mayoría regresó, ya que es un círculo vicioso. “Los deportan hoy en la mañana, pero ya en la tarde o a más tardar al otro día, buscan el dinero para regresar, se los gestionan desde aquí y así es la situación de los migrantes, en constante zozobra”, expone Charpantier.
Dice que lo más penoso para los haitianos es el asedio al que son sometidos, ya que no pueden salir a la calle: el año pasado hasta la Policía se dedicó a detener inmigrantes, lo que nunca se ha visto en ninguna parte del mundo.
Precisa que la Ley de Migración indica que un inspector del organismo debe encabezar las operaciones, cuando se presume que el perseguido es extranjero y no cuenta con documentos para estar en el país.