La única salida a la crisis de inseguridad e inestabilidad en Haití es una intervención directa y rápida por parte de los organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA).

Así lo consideran la Mesa Nacional para las Migraciones y Refugiados en República Dominicana (Menamird) y la coordinación de Políticas Migratorias de la Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC).

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William Charpantier considera que República Dominicana debe insistir en que la comunidad internacional rescate Haití, ya que tanto la crisis alimentaria como de inestabilidad e inseguridad es fruto del control de las bandas que se han apoderado del territorio. Estima que una vez desestabilizadas las bandas en la vecina nación, la estabilidad política y social podrían volver, por lo que entonces la crisis alimentaria sería más fácil de enfrentar.

Estima que comenzar ahora con ayuda a la Policía haitiana, a la justicia y otros estamentos, no surtirían efectos en los actuales momentos, debido a que las bandas criminales han tomado demasiado terreno.

De su lado Tomás Chery Morel, presidente y responsable de las políticas migratorias de la CASC, define correcta la postura del Gobierno dominicano frente a la crisis haitiana, para que sea la comunidad internacional la que asuma la solución en la vecina nación.

Indica que la crisis en Haití no se soluciona con la entrega de alimentos, sino con una intervención de los organismos y la comunidad internacional para que primero haya paz y tranquilidad. Cree que erradicadas las bandas sería más fácil lograr estabilidad social y política.