BUENOS AIRES. El estelar futbolista Lionel Messi llegó este martes de madrugada a Argentina, triste por haber perdido con el Barcelona la liga española, pero dispuesto a cambiarse «el chip» para dar lo mejor para el Mundial como capitán de la albiceleste.

El jugador del Barcelona, que decepcionó esta temporada a la hinchada del club catalán, reconoció que se sentía triste por el final del sábado cuando perdieron la liga frente al Atlético de Madrid, afirmó: «Me hubiese gustado terminar la temporada de otra manera».

«Sé que ahora llego con la selección, cambio el chip, como muchas veces me pasó al revés, que no me salían las cosas en la selección e iba al Barcelona y jugaba bien.

Esperemos que esta vez sea al revés», dijo Messi a la prensa al llegar al aeropuerto internacional de Ezeiza, en Buenos Aires. «Estoy contento de llegar acá y ya pensar en lo que se viene, en el Mundial, que es algo muy importante para nosotros», agregó el joven de 26 años que alimenta las máximas expectativas de la fanaticada argentina.

El crack argentino se trasladó de inmediato a Rosario, su ciudad natal 310 km al norte de Buenos Aires, donde pasará unos días con su familia antes de empezar los entrenamientos con la selección argentina el próximo lunes a las órdenes del DT Alejandro Sabella. El delantero estrella del fútbol europeo recalcó que quiere llegar a los entrenamientos de la selección «con todas las pilas» y «para dar lo mejor, como siempre».