Valencia.- Mestalla vivió hoy un desenlace de partido digno de las mejores películas de suspense cuando el árbitro decretó un penalti en la última acción del choque, que deparó un duelo entre el mejor jugador del plantea, Lionel Messi, y el mejor portero en la suerte de los penaltis, Diego Alves, que se resolvió a favor de Messi.

El meta brasileño del Valencia, que había parado los tres últimos penaltis que le habían lanzado, dos de ellos en un mismo partido ante el Atlético de Madrid, se había convertido en el portero que más penas máximas había detenido en la historia de la liga española, con un total de diecinueve.

En frente, estaba Messi, que venía de ofrecer una exhibición de juego ante el Manchester City, y al que no le tembló el pulso a la hora de irse a por el balón y aceptar el envite de decidir la suerte del partido en el tiempo extra y ante un Alves,que había estado inmenso a lo largo del partido.

El juego psicológico de Alves, sus movimientos y amagos constantes sobre la línea de gol no descentraron a un Messi convencido que lanzó un disparo potente y colocado junto al poste derecho, el meta valencianista acertó la dirección, pero su estirada no llegó a conectar con el balón que acabó en el fondo de las mallas y dio el triunfo al Barcelona.

El propio entrenador del conjunto catalán comentaba la acción en la posterior rueda de prensa y explicó cómo se vivió desde el banquillo este duelo de titanes en una acción vital para la suerte del partido.

“En el banquillo unos decían que lo tenía que tirar por el centro, yo pensaba que lo tiraría por el otro lado, pero al final lo ha tirado por el lado que no pensábamos y lo ha marcado, eso solo lo hacen jugadores únicos y con la personalidad de Messi”, afirmó el técnico.