Meta quiere desplumar a Twitter y otros clics tecnológicos en América

Meta quiere desplumar a Twitter y otros clics tecnológicos en América

Estas son las principales noticias tecnológicas de la semana en América.

1. Ya llega quien se le “Meta” al rancho a Twitter

Pese a las polémicas de Elon Musk, la firma que le costó 44.000 millones de dólares sigue siendo “ama y señora” de las redes sociales. Algo que “tan pronto pueda”, quiere cambiar Meta (Facebook, Instagram y WhatsApp).

Resulta que el gigante tecnológico lleva trabajando desde enero pasado en “su respuesta a Twitter”.

«Los creadores y las figuras públicas están interesados en tener una plataforma que se gestione con sensatez, en la que puedan confiar», dijo el director de producto de Meta, Chris Cox, en una muy poca disimulada alusión a la dudosa fama de Twitter desde que Musk compró la aplicación el año pasado.

¿Emocionados? Paciencia, paciencia.

2. ¿El que sabe, sabe o solo despistas, Zuckerberg?

Y hablando de Meta, cuando Mark Zuckerberg dice algo, el mundo escucha. Pero si habla sobre su competencia directa, hay que tomar esa “información” con pinzas.

El cofundador de Facebook piensa que las nuevas gafas Apple Vision Pro están pensadas para que una persona las utilice «sola y sentada en el sofá» y presentan una «diferencia filosófica real» con las de su compañía, las Quest, diseñadas para que sus usuarios «interactúen».

Más allá de consideraciones personales o empresariales, hay algo que no se puede discutir: mientras que las gafas de la empresa de la manzana mordida verán la luz en 2024 por 3.499 dólares, Meta anunció su set Meta Quest 3 por “solo” 499,99 dólares.

¡Sigue esta pelea de máscara contra cabellera!

3. Un vestier virtual… muy real

No hay peor pesadilla a la hora de comprar ropa que tener que esperar treinta minutos para poder entrar al vestier de nuestra tienda favorita.

Un karma que Google intenta terminar con el lanzamiento en EE.UU. de un un probador de ropa virtual con inteligencia artificial, a través de la opción: «Try On» (Pruébatelo), que permite ver cómo nos queda ese oscuro objeto del deseo.

La mala noticia: por ahora solo funciona con camisetas, camisas y suéteres en cuarenta tipos de cuerpos de mujer.

La buena: los hombres ya no tendrán que buscar excusas para eludir una invitación para ir de “shopping.

4. Lo ecológico sale caro, 1.800 millones más caro

Aunque la tecnología eléctrica de vehículos es buena para el medioambiente y para el bolsillo a largo plazo, acceder a ella no es precisamente una ganga. Y eso no le pasa solo a los orgullosos propietarios de un Tesla.

Canadá también está viendo cómo apostar por ese cambio vale más. En concreto, le costará unos 1.800 millones de dólares estadounidenses adicionales instalar una fábrica de Volkswagen para producir baterías para vehículos eléctricos.

Así, mientras la automotriz alemana invertirá 3.890 millones en su primera planta de baterías fuera de Europa, el Gobierno canadiense tendrá que aportar, entre créditos y subvenciones, unos 12.266 millones, frente a los casi 10.500 millones anunciados inicialmente.

¡Todo sea por un futuro más verde y limpio”.

5. ¡Y con el número nueve, Netflix se prepara para saltar a la cancha!

Por un lado, plata llama plata. Por el otro, el que mucho abarca todo aprieta. Una dicotomía que ha tenido pensando mucho tiempo a Netlix.

Ahora, el líder mundial de “streaming”, con 232,5 millones de clientes, pretende saltar a la difusión de deportes en directo y la retransmisión de un torneo de golf desde Las Vegas (EE.UU.) con celebridades, incluyendo protagonistas de sus exitosas docuseries «Full Swing» (golf) y «Drive to Survive» (Fórmula 1), podría ser el momento.

«No hemos visto una forma rentable de transmitir deportes importantes (…) No estamos en contra de hacerlo, simplemente estamos a favor de las ganancias», afirmó el codirector ejecutivo de Netflix, Ted Sarandos, en enero del año pasado.

Parece que por fin las dudas que generan el alto costo de los derechos de emisión de eventos deportivos se disipan.

ESPN y HBO, agárrense que ahí viene la “N” roja gigante.

6. ¡No me toques esa canción, Twitter!

Aunque el mundo desde hace rato consume música de una forma muy distinta, “hay límites”, como diría Fabricio Oberto en sus transmisiones de la NBA.

Eso es lo que intentan establecer una veintena de grandes discográficas, entre ellas Universal y Sony, que denunciaron a Twitter en un tribunal estadounidense por beneficiarse de las composiciones de sus artistas en lo que consideran una «violación masiva de la propiedad intelectual que perjudica a los creadores musicales».

Según la demanda, X Corp, la empresa de Elon Musk que engloba a Twitter, usa los repertorios musicales y de video de las denunciantes para «atraer y retener» usuarios e impulsar sus interacciones «a costa de los autores.

Por eso, reclaman un juicio con jurado para obtener compensaciones de 150.000 dólares por cada obra sometida a infracción, que pueden sumar «cientos de miles».

Un chistesito que podría salir bastante caro e impedir que el pajarito azul siga cantando… las tonadas de otros.

7. Un «tatequieto» al “Brangelina” de los videojuegos

Al igual que en el “show business” han existido “Brangelina” o “Bennifer”, en el mundo de los videojuegos se viene “Microvision”… si la Justicia lo permite.

En febrero de 2022, Microsoft anunció la compra de Activision Blizzard por 69.000 millones de dólares, en lo que sería la mayor operación de este tipo, pero una jueza de California (EE.UU.) ordenó la paralización temporal del acuerdo y fijó una vista oral para la próxima semana.

Todo porque la Comisión Federal de Comercio (FTC, en inglés) piensa que dicha compra perjudicaría a los consumidores, con Microsoft disminuyendo la competencia al pasar a controlar franquicias de Activision como «Warcraft», «Call of Duty» y «Candy Crush” y convertida en la tercera compañía del sector del videojuego, sólo por detrás de Tencent y Sony.

Gamers, agárrense de sus sillas porque este juego tiene todavía muchos “mundos” por recorrer. 

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