Metal líquido del MIT almacena energía solar para después de la puesta del sol

Metal líquido del MIT almacena energía solar para después de la puesta del sol

Un remolque de 12 metros (40 pies) cargado con 25 toneladas de metales líquidos podría ser la solución para el mayor desafío de la industria de la energía renovable: asegurarse de que la electricidad está disponible cuando se la necesite.

Un emprendimiento del área de Boston fundado por los investigadores del MIT está trabajando para convertir este nuevo concepto en un producto comercialmente viable, baterías de metal líquido que almacenarán energía por menos de US$ 500 por kilovatio-hora. Eso es menos de un tercio del costo de una batería como las que se utilizan en la actualidad.

La tecnología promete una alternativa a los sistemas masivos de bombeo de agua que conforman el 95 por ciento de la capacidad de almacenamiento de energía en EE.UU. A ese precio, los desarrolladores serán capaces de construir proyectos de energía eólica y solar que pueden entregar electricidad a la red en cualquier momento, haciendo que la energía renovable sea tan fiable como el gas natural y el carbón sin las emisiones de gases de efecto invernadero.

«Si podemos lograr que las baterías de metal líquido cuesten menos de US$ 500 por kilovatio-hora, cambiaremos el mundo», dijo en Donald Sadoway, el principal asesor científico de Ambri Inc., con sede en Cambridge, Massachusetts.

El almacenamiento de energía compensará la naturaleza intermitente de las energías renovables. Las baterías pueden almacenar energía cuando el viento sopla en la noche, y luego enviar electricidad a la red al día siguiente cuando se necesite.

Ambri ganó una beca de US$250,000, el 5 de febrero, del estado de Nueva York para desarrollar y probar un prototipo de batería con Edison Inc. La compañía, con el respaldo de inversores, incluyendo multimillonarios como Bill Gates y Vinod Khosla, planea instalar sus dos primeros prototipos a principios del 2015 en una base militar de Massachusetts y en un parque eólico en Hawai. Abrió su primera planta de producción en noviembre y está planeando una más grande el próximo año.

Ambri es la primera empresa en busca de almacenamiento de metal líquido, y la tecnología tiene el potencial de cambiar la forma de la industria de baterías, dijo Brian Warshay, un analista de tecnologías inteligentes de energía en Bloomberg New Energy Finance en Nueva York.

Baratísimo

«Para que sea muy barata hay que producirla de la tierra», dijo. Las versiones anteriores utilizaban magnesio fundido y antimonio, separados por una capa de sal, para almacenar y liberar energía eléctrica. Estos materiales sólo trabajaban a temperaturas que eran demasiado altas para soportar y no producían suficiente tensión. Sadoway y su equipo probaron más de 1,000 células con docenas de aleaciones y sales para encontrar uno que sea comercialmente viable.

Ellos competirán contra las baterías de iones de litio, la misma tecnología utilizada en laptops y en coches eléctricos, que son cada vez más comunes para el almacenamiento en red. AES Corp., el mayor operador de sistemas de almacenamiento de energía, dijo que ahora está vendiendo a los servicios públicos y a los desarrolladores de energía renovable, por alrededor de US$1,000 por kilovatio.

Sadoway espera que las baterías de metal líquido de Ambri sean competitivas con los sistemas de energía hidroeléctrica por bombeo. La forma más común de almacenamiento consiste en empujar el agua a un depósito cuesta arriba cuando la demanda de electricidad es baja, y liberarla hacia los generadores hidroelectricas.

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