Los hechos delictivos en los que se han visto involucrados miembros de todos los rangos en la Policía Nacional, nos hacen reflexionar sobre su funcionamiento y su misión para con la ciudadanía.
Para tan sólo recordar algunos de los tantos , tenemos : La Mulata III (todavía andan buscando la caja fuerte desaparecida) , el caso de la Dirección Central Antinarcóticos (DICAN) en el cual se vio involucrado su máxima “autoridad” ; como consecuencia de esto , el Presidente Danilo Medina tomó la decisión de nombrar por decreto al nuevo director de la DICAN, así como también al nuevo director de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (DICRIM) y finalizo nuestro breve compendio de hechos delictivos en manos de la Policía Nacional con el asesinato de Franchesca Lugo Miranda , en el cual agentes de la Policía Nacional intentaron perpetrar el robo de un vehículo.
Dicho todo esto, es obligatorio detenerse a pensar y preguntarse: ¿Cuál es la función de la Policía Nacional? ¿Qué hay que hacer con la actual Policía Nacional?
Lo primero que nos llegaría a la mente seria la palabra CAMBIO .Ciertamente lo más prudente y lo que esperan los dominicanos es que esa vieja policía cambie, que no sólo sufra una metamorfosis, etimológicamente metamorfosis es: proceso en el cual un objeto o entidad cambia de forma. Pero no es suficiente con que la policía cambie de forma, esto sería cambiar al “jefe” de la Policía Nacional, a los directores departamentales y a los directores regionales.
En nuestra vieja policía debe producirse una Metanoia, palabra que proviene del griego metanoien que significa cambio de opinión o cambio de la mente. Metanoia es un enunciado retorico utilizado para retractarse de alguna afirmación realizada, y corregirla para comentarla de mejor manera. Su significado literal del griego describe una situación en que un trayecto ha tenido que volverse del camino en que se andaba y tomar otra dirección, exactamente eso es lo que debe ocurrir en la Policía Nacional: volver al comienzo, empezar de nuevo y correr hacia otra dirección.
Y no nos digan que no es posible, no nos cuenten que hay que traer extranjeros para reformar la Policía Nacional, esto lo podemos hacer nosotros, los dominicanos, si existe voluntad. Cito a Juan Bosch: “La obra buena del porvenir es el fruto de las buenas intenciones y de la capacidad para convertirlas en hechos”.
Es válida la comparación con la dirección general de aduanas y la dirección general de impuestos internos que hace 30 años eran nidos de corrupción y fortunas de cuestionada procedencia, hoy son entidades modelo en transparencia y funcionamiento.
¿Entonces, que sigue después de que los que están llamados a protegernos son los que nos disparan?