Las autoridades cumplieron con todas las metas fiscales y monetarias del programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para las revisiones de marzo y junio, y transita el segundo semestre con un ligero ajuste fiscal, como lo contempla el acuerdo, manteniéndose la flexibilidad de la política monetaria y con todas las expectativas de lograr a finales de este año un crecimiento entre cinco y seis por ciento, inflación inferior a un dígito y estabilidad del tipo de cambio.

En materia monetaria las reservas se han mantenido en línea con el programa y aunque algunos economistas alertaron por la disminución experimentada entre diciembre y abril, lo cierto es que a junio las reservas netas consolidadas superaron en US$414 millones la meta del programa de US$1,765 millones.

En cuanto al aspecto fiscal, el balance del Gobierno central (definido por el FMI como el cambio en la posición financiera medido desde “bajo la línea”) para marzo  cumplió la meta con una holgura de RD$4,572 millones y en junio el déficit fue de RD$30,411 millones, frente a una meta de RD$30,000 millones, desmintiendo así las dispares cifras presentadas por el equipo económico del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

Mucho se ha escrito y hablado sobre el supuesto despilfarro en el gasto gubernamental, pero los que se han tomado la molestia de leer las cartas de intención de octubre 2009 y marzo del 2010 saben que el incremento experimentado en el gasto se compadece con los lineamientos del programa y no es accidental que en el semestre enero-junio los gastos corrientes aumentaron en 7.8 por ciento, frente a un aumento de los ingresos totales de 12 por ciento, mientras los gastos de capital aumentaron en 113 por ciento y los de construcción en 200 por ciento.

La expansión del gasto para estimular la economía, la priorización en inversión, el monto del déficit medido trimestralmente y el nivel de endeudamiento para financiar el déficit fueron elementos explícitos  en el acuerdo con el FMI.

En cuanto al sector externo, algunos economistas han externado su preocupación por la magnitud del déficit en cuenta corriente (US$1,926 millones) y la caída de 39 por ciento en la inversión extranjera directa.

Sin embargo, un examen detallado de las cuentas revela que una buena parte de la inversión de la minera PDVC (Pueblo Viejo Dominicana Corporation) está registrada como inversión en cartera y  la inversión extranjera en vez de disminuir, prácticamente fue similar a la de 2009.

Con este dato, el flujo de recursos de los organismos multilaterales y el ajuste fiscal del segundo semestre permitirán concluir el año con un mejor resultado de balanza de pagos.

El crecimiento de 7.5 por ciento en el primer semestre, la inflación acumulada a agosto de apenas 3.45 por ciento, las perspectivas del sector externo en el segundo semestre, la favorable evolución del spread de los bonos soberanos (República Dominicana está 28 puntos por debajo del promedio de América Latina) y la aprobación del programa económico por parte del Directorio del FMI en los próximos días son ingredientes que auguran otro año con un magnífico desempeño económico, a pesar de las circunstancias mundiales.