Hace apenas algunos meses escribimos un artículo que recordaba que la prevención de desastres pasaba primero por un proceso educativo.

Algunos meses más tarde debemos reconocer que si las labores de la oficina de Meteorología han notablemente mejorado, el COE no ha entendido aún que previo a la temporada ciclónica debe educar a la población en general y a los escolares en particular, no solo sobre las situaciones de peligro que corren con el paso de tormentas tropicales sino que deben enseñar a “revisar” el estado de las infraestructuras que configuran el entorno cotidiano, ya que el Estado no tiene políticas de mantenimiento de las infraestructuras viales, incluyendo puentes.

Nos alegramos de que la oficina de Meteorología en esta oportunidad advirtió en todo momento de la realidad que se presentaba, no disimuló un momento el peligro inminente, contrario a lo que ocurría años atrás. En esta temporada, la comunicación con la población fue excelente y la actuación del COE fue muy responsable con niveles de coordinación casi jamás alcanzados.

Sin embargo, nos permitimos recomendar a la oficina de Meteorología que después de leer el parte meteorológico de la oficina de Miami, prácticamente ininteligible para el pueblo, proceda a una descodificación-relectura, utilizando las herramientas de la comunicación en educación popular.

La intencionalidad social es hacer entendible el mensaje científico a la población para que pueda, después, socializar y comprender lo que va a pasar y poder así actuar y ser co-participe de su protección.

En educación popular existe una estrecha relación entre educación y organización, es decir que una buena comprensión del mensaje de Meteorología debe permitir a las organizaciones comunitarias, retroalimentarse para prevenir, actuar, organizarse y evitar ser víctimas inconscientes de los fenómenos naturales y sus impactos.