POR ODALIS MEJIA
El sacerdote jesuita José Luis Alemán consideró ayer que el Metro se ha constituido en una “obra tramposa”  al constituir una imposición gubernamental que suscita un amplio rechazo  de la sociedad, sobre todo porque se levanta en desmedro de la  salud y la educación.

Criticó que se desconozca la inversión que conllevaría esa gran obra, puesto que aunque en este año fueron consignados RD$1,800 millones, equivalente al costo de un kilómetro, el Poder Ejecutivo tiene la facultad de manejar discrecionalmente el 30% del presupuesto nacional.

Este elemento, apuntó, crea más suspicacia en la obra, y más aún  cuando no existen mecanismos fiscalizadores del gasto del Poder Ejecutivo.

Para Alemán, el metro no servirá para descongestionar las calles ni arreglará el problema del tráfico “y va a crear un problema tremendo  a costa de desatender los sectores de salud, educación y otros renglones importantes”.

A su juicio, lo único bueno es que ayudará para que personas de algunos sectores puedan desplazarse más rápido a sus centros de trabajo.

El economista abogó porque de una vez por todas se establezca que los gastos del gobierno aparezcan en una sola cuenta y “sea visible” para el Congreso y todo el país, para que haya más transparencia, además de que el gobierno no gaste más de lo que entra, tal como plantea el Fondo Monetario Internacional..

Consideró que contrario a lo que se diga, se necesita un Congreso en manos de la oposición, ya que no existen efectivos mecanismos de vigilancia entre los poderes.

El sacerdote criticó que el  gobierno no haya atacado en serio el problema de la energía eléctrica, salud y educación, renglones que  deberían tener la máxima prioridad,. Cuestionó como el país podría funcionar sin energía confiable en momentos que se habla de apertura comercial y competitividad.

Sostuvo que todos los gobiernos asumen estos renglones como prioridades que luego no cumplen, sino que relegan tan pronto llegan al poder.

Alemán indicó además que en el país se está abusando de mucha gente con los impuestos porque se ha hecho sólo una reforma impositiva y no de  gastos.

En ese punto rechazó que la presión tributaria sea de un 18%, sino que está en alrededor de 40%, sobre todo para la clase media porque tiene que cubrir gastos en salud, educación, la tarifa eléctrica y seguridad, renglones que deberían estar garantizados por el Estado.

BANCO CENTRAL

En otro punto, Alemán señaló que la situación del déficit cuasi fiscal del Banco Central, estimado en RD$150,000 millones, está a punto de hacer una crisis por el alto pago de los intereses de los certificados y por el alza de la tasa del dólar.

Citó como otro elemento perturbador para la economía el hecho de que los bancos comerciales no están financiando las inversiones y sólo el consumo, a través de  los créditos para vehículos, tarjeta de crédito y a veces de viviendas.

Dijo que los bancos comerciales han dejado de ser intermediarios financieros para convertirse en parásitos del Banco Central. Criticó además el exceso de importación y la devaluación del peso.

“Pese a algunas cosas menos graves de la economía, estamos pisando terreno minado por un exceso de importación y la devaluación del peso que está frenando el ingreso de divisas y sobre todo ha sacado su papel de intermediario y financiero a los bancos que ahora son parásitos del Banco Central.

“No hay donde invertir los recursos de los clientes, ya que los bancos comerciales en vez de comprar están adquiriendo certificados del Banco Central, lo que tiene paralizada una parte de la economía, ya que no se están muchos otorgando préstamos”, expresó Alemán al participar en el matutino Uno más Uno de Teleantillas.