Es lamentable que las Grandes Ligas le tengan tan poca paciencia a los mánagers latinos.

Me sorprendió que los Mets anunciaran que no seguirán con el dominicano Luis Rojas como dirigente.

¿Por qué?
Rojas no fue el culpable de la caída de los Mets.
En los primeros 100 juegos de la temporada los tuvo en primer lugar.

¿Qué pasó luego?
Lesiones, gente por debajo y que los equipos de su división jugaron mejor.
Leí a Pete Alonso, una de las estrellas del equipo decir: “Me siento bien con Rojas como mánager, sabe lo que hace y hasta se preocupa de los problemas personales de sus jugadores”.

Y voy más lejos: Francisco Lindor, quien había firmado un contrato de 340 millones de dólares, se echó la culpa de esa caída. Dijo textualmente que si hubiese bateado más, los Mets ganan 7 juegos más y clasifican.

Señores, Rojas es un mánager de apenas 40 años de edad, que se ganó el respeto por sus grandes conocimientos del béisbol y no merecía ese trato.

Reitero que hay poca paciencia con los dirigentes latinos. Tony Peña salió de Kansas y se pasó un década siendo coach de los Yanquis, y nadie le volvió a ofrecer un puesto. Manny Acta lleva un tiempo como coach y se la hecho difícil volver a conseguir trabajo de dirigente.

Ozzie Guillén le dio una Serie Mundial a White Sox y luego de eso lo borraron del mapa.

Alex Cora y Carlos Beltrán, por ser mencionados en el robo de señas de Houston, los dos fueron cancelados de sus puestos. ¡No, pero así no!.