C reo que los Metros de Nueva York le faltaron el respeto al dirigente dominicano Luis Rojas.

Con apenas 40 años de edad, una década en la organización preparándose en lo que respecta a la calidad del juego para simplemente dejarlo dirigir una temporada y un chin.

¡Nooo, así no!

Me alegra su llegada como coach de tercera base de los Yankees porque ahí ambos salen ganando.
Rojas sigue sumando experiencia, tendrá mucha gente mirándolo y al final estará más tranquilo.

En los Mets había muchas “turbulencias”, muchos “jefes” y así es difícil para cualquier mánager.
Los Yankees reciben a un exdirigente que ante cualquier imprevisto puede tomar control del equipo de manera interina.

Además se convierte en figura clave para tratar con el talento latino.
Igualmente puede aportar ideas en las reuniones con el dirigente porque esa es su gran especialidad, el control de calidad.

Rojas tomó la decisión correcta de seguir activo en la pelota.
Otros mánagers, cuando son despedidos, se incomodan, se quitan por un tiempo, y eso es malo porque hay decenas de entrenadores buscando trabajo.

Creo que eso le pasó brevemente a Manny Acta, quien luego recapacitó y aceptó volver como coach.
La carrera de un dirigente no es fácil.

Recuerdo que Felipe Alou, luego de brillar con los Expos, volvió a dirigir al Escogido y posteriormente consiguió trabajo para dirigir a los Gigantes de San Francisco.
Todavía le queda mucho a Luis Rojas.