MÉXICO
AFP
Amnistía Internacional denunció ayer el «habitual» abuso sexual por parte de policías y militares de México de mujeres que son arrestadas, en un informe que dibuja al cuerpo femenino como un «blanco de agresión» para obtener confesiones a través de la tortura.
La ONG con sede en Londres documentó los casos de 100 de las más de 3,000 mujeres recluidas en prisiones federales de México. Todas ellas afirmaron haber sido víctimas de acoso sexual o abuso psicológico durante su arresto e interrogatorio, y muchas sufrieron además violaciones, asfixias, palizas y choques eléctricos a manos de policías o miembros del Ejército y la Marina.
«Según su relato, 72 habían sufrido abusos sexuales durante su arresto o en las horas posteriores, y 33 habían sido violadas», indica el informe de Amnistía Internacional (AI), que además denuncia «la sofisticación de los métodos».
Según la ONG, algunas víctimas señalaron que sus agresores las violaron con los dedos enguantados para no dejar rastros biológicos o realizaron descargas eléctricas en los genitales. «Cuando se habla de tortura a la mujer, el método preferido por las fuerzas del Estado es la violencia sexual», dijo Madeleine Penman, autora del informe, al estimar que «el cuerpo de las mujeres es un blanco de agresión» utilizado por autoridades.
Las mujeres embarazadas no escapan a esta violencia: ocho de las mujeres entrevistadas por Amnistía Internacional dijeron haber sufrido un aborto a consecuencia de la tortura.