Mexicanos aliviados porque la capital se despierta nuevamente

Mexicanos aliviados porque la capital se despierta nuevamente

Mexico, (AFP).- «¡Por fin!», dice con alivio una mujer al saber que tras más de una semana de emergencia sanitaria por la gripe porcina volverá la normalidad a la Ciudad de México: «somos capitalinos, no estamos acostumbrados a quedarnos encerrados en casa».

«Estamos acostumbrados a los restaurantes, a la vida nocturna, a salir, no a estar encerrados todo el día en casa», comentó a la AFP Ana María Rodríguez, de 40 años, interrogada a un costado del céntrico Museo de Bellas Artes sobre la reapertura de los restaurantes a contar de este miércoles.

«Estos días han sido tan aburridos, así que por fin podremos salir otra vez», afirma de su lado Cintia López, de 21 años, que pasea con una amiga por el todavía tranquilo centro histórico de la ciudad.

En la caótica capital mexicana, donde viven 8 millones de personas, la restricción oficial trajo silencio y quietud, dos características que hace años abandonaron la ciudad.

«México era así hace 20 años, se podía conducir tranquilo», dice un taxista apuntando hacia la despejada avenida Reforma, una de las principales de la ciudad, ahora libre del tráfico infernal que se apodera de ella cuando circulan los más de 3 millones de automóviles particulares y los innumerables taxis.

Pero aunque empeore el tráfico, la reanudación de las actividades es una buena noticia para los que viven del comercio.

«Es una buena noticia, porque como comerciantes ya no tenemos cómo juntar dinero para comer», se queja ante la AFP Leidi Molina, de 23 años, que apenas ha vendido artesanías estos días en una plaza contigua al Bellas Artes, golpeada por la epidemia que vació México de turistas, sus principales clientes.

Las autoridades mexicanas resolvieron el 28 de abril clausurar toda actividad que implicara concentración de personas para evitar la propagación del virus.

Así, con la medida oficial bajaron momentáneamente la cortina todos los restaurantes, bares, discotecas, cafés, cines, teatros y cualquier sitio donde pudieran concentrarse personas, en una medida que comenzará a flexibilizarse paulatinamente a contar de este miércoles con la reapertura de los restoranes.

Incluso, el fútbol se ha jugado a puertas cerradas, con los gritos de los jugadores haciendo eco entre miles de tribunas vacías.

Si la noticia fue recibida con ansias por los parroquianos de lugares de comida y los pequeños comerciantes callejeros, los trabajadores de restaurantes le dan la bienvenida con alivio.

Unos 30.000 restaurantes hay en la capital mexicana.

«Me parece muy bien. El negocio ha bajado bastante, así que es un alivio», responde José Alberto López, interrogado mientras preparaba ‘tacos’ o esas populares tortillas de maíz en la pequeña ‘fonda’ Lupita, que también debió clausurar la zona de mesas y sobrevivir sólo de los pedidos para llevar.

Según estimaciones del ministerio de Hacienda y del sector privado, la epidemia de la gripe porcina podría generar pérdidas a México por hasta el 0,5% del PIB.

Pero no sólo la macroeconomía sufrirá por culpa del virus de la gripe. Los bolsillos de los millones de mexicanos también padecerán los efectos de esta epidemia, que dejó casi tres decenas de muertos y cientos de contagiados.

«Menos mal que comenzará a andar más gente por la calle, que vendrán turistas, porque yo doy vueltas y vueltas y no se sube nadie. Hoy me toca pagar la cuota mensual de la compra de mi coche y no sé de dónde sacaré dinero», se queja un joven chofer de taxi que por fin logró captar un cliente.

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