CANCUN, Mexico.
La inversión de 600 millones de dólares para el desarrollo de un resort en la playa de Macao, uno de los prometedores paraísos del turismo para ricos del litoral este, basado en instalaciones verticales con torres hasta de 18 pisos ya tiene fecha de comienzo: el 22 de este mes. Es un salto de la inversión mexicana en el país que rompe con el modelo que ha hecho grande a Punta Cana y más, ha puesto a República Dominicana en el mapa mundial de la industria sin chimenea con sus instalaciones sin altura en un marco de cocoteros y de mar.
Aunque el empresariado turístico oriental hace oposición a esta novedad, la resolución 002 del año pasado del Consejo de Desarrollo Turístico dio luz verde a la firma Palace Resorts caracterizada por su gran capital en la costa caribe del país azteca.

La noticia de que la inversión va de manera definitiva la ofreció a periodistas dominicanos el joven vicepresidente ejecutivo de la firma, Gibrán Chapur, quien rechazó los argumentos de los hoteleros ya instalados en la zona de que el modelo de edificaciones altas desfiguraría el perfil típico de paisaje costero que prefieren los visitantes y resulta menos amigable al ambiente.
Dijo que al contrario, su proyecto concentraría a los huéspedes en una reducida proporción del espacio para que haya más verdor y que el complejo de tres torres que respetará el litoral, quedará a medio kilómetro del mar, que será sobreprotegido por una ancha franja de mangles.
El paquete. Chapur anunció una diversidad de componentes y atractivos en una extensión de un millón 200 mil kilómetros cuadrados y que su compañía tiene garantizada de forma virtual una importante proporción de financiamiento para el proyecto con bancos locales, encabezados por el estatal Banco de Reservas. El Resort Macao comprenderá 2,190 habitaciones, empleará a cinco mil trabajadores de construcción y generará cuatro mil empleos fijos.
Chapur detalló que el 10 % de la inversión será destinado a levantar un complejo habitacional para miles de los empleados con todos los servicios esenciales como si fuera una ciudad exclusiva, para garantizarles una vida decente y evitar la arrabalización.
Precio de lujo. El proyecto para el turismo de torres incluye soluciones integrales para el manejo de residuos. Como destino no competiría con los otros resorts ya que, según Chapur, está concebido para visitantes dispuestos a pagar 500 dólares o más por una noche de alojamiento.