Mexicanos marchan contra secuestros

Mexicanos marchan contra secuestros

MEXICO (AFP).- Decenas de miles de mexicanos protagonizaron el domingo en la ciudad de México, una multitudinaria marcha contra los secuestros y la inseguridad ciudadana, en una inédita protesta silenciosa que llenó las principales avenidas de la capital, constataron periodistas de la AFP.

Bajo la consigna de «Ni 1 más», expresada en cientos de pancartas, «cerca de 100.000 personas», según la cadena Televisa, de todos los estratos sociales, vestidas de blanco y con crespones negros en señal de luto, expresaron su indignación ante una reciente ola de secuestros que azota al país.

El diario El Universal, que en sus editoriales expresó su apoyo a la marcha, informó en su página de Internet que «cifras extraoficiales (estimaban) alrededor de 350.000 personas» en las calles.

La manifestación, fue considerada por las autoridades capitalinas, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), como una «golpe político de la derecha» contra el alcalde Andrés Manuel López Obrador, puntero en las encuestas de precandidatos a los comicios presidenciales de 2006.

Hermético, el gobierno de la ciudad de México, a través de la secretaría de Seguridad Pública (SSP), informó que no daría una estimación sobre la asistencia a la protesta, como acostumbra hacerlo en todas las manifestaciones públicas.

«Nosotros no vamos a manejar cifras de los asistentes, esas son las órdenes que tenemos», dijo a la AFP vía telefónica Ernesto Contreras, portavoz de Seguridad Pública de la capital gobernada por el PRD.

La manifestación sería vigilada con 1.000 policías, «aunque sólo fueron necesarios 800, y no hubo ningún incidente que reportar», agregó Contreras.

Desbordando todas las expectativas en cuanto a la asistencia de manifestantes, miles de víctimas del secuestro y la delincuencia recorrieron varios kilómetros del céntrico Paseo de la Reforma hacia el Zócalo (plaza principal) de la ciudad de México.

«Estamos todos presentes, menos dos», expresaron amigos y familiares de los hermanos Vicente y Sebastián Gutiérrez, dos jóvenes empresarios que tras ser secuestrados, aparecieron asesinados el pasado 24 de mayo; un crimen que, entre otros, detonó la organización de la protesta, la cual excluyó la presencia de políticos.

Participando en lo que según observadores, sería la manifestación pública más grande de la sociedad civil mexicana, Enrique Vidal, colega de los hermanos Gutiérrez, propuso «unificar a la policía para que el secuestro se convierta en un delito federal», que pueda ser perseguido por una sola autoridad.

El secuestro sólo es perseguido por las autoridades locales en México, en tanto que la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), sólo interviene en caso de que participe la delincuencia organizada.

Arturo García, un madrileño casado con una mexicana, apuntó que la inseguridad pública en México, «es un problema general» que no distingue ni nacionalidad, ni condición económica. «Afecta a todos los que vivimos en este país», dijo.

García, quien ha sufrido cinco asaltos y un balazo en el pié, expresó su satisfacción por la masiva presencia de la ciudadanía en las calles de la ciudad de México, aunque reconoció que no espera que «pronto se resuelva el problema».

A casi tres horas de haberse iniciado la protesta, decenas de miles de personas llenaron la explanada del Zócalo y sus calles circundantes; ahí se rompió el silencio con una multitudinaria voz que entonó el himno nacional mexicano, seguido por los gritos de «(Basta ya!» y «México».

Imágenes aéreas de la televisión mexicana mostraron a una larga multitud que continuaba marchando hacia el Zócalo capitalino, mientras éste lucía repleto de gente.

En otras ciudades del país también se realizaron manifestaciones con el mismo fin.

La selección mexicana, que el domingo se enfrentó a su similar de Dominica en la ciudad de Aguascalientes, se unió a la protesta portando un moño blanco en el hombro izquierdo de sus jugadores.

Según información oficial, desde 2001 a la fecha se han registrado unos 500 secuestros en México, pero esa cifra es rebatida por organismos civiles.

La Confederación Patronal mexicana asegura que el flagelo del secuestro se cobró en este país unas 1.000 víctimas en 2003, considerando 422 casos denunciados y calculando otros 600 que no se reportan a las autoridades.

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