México ayuda y critica a Cuba

México ayuda y critica a Cuba

MEXICO (AFP).- México emite señales contradictorias en su crisis diplomática con Cuba, al tenderle de nuevo la mano al régimen castrista y rechazar un plan estadounidense contra la isla, pero acusando a La Habana de intervenir en sus asuntos internos, señalaron analistas y políticos opositores.

El rechazo del presidente Vicente Fox al anunciado programa de Washington contra el gobierno cubano y las declaraciones del canciller, Luis Ernesto Derbez, de que desea la normalización de las relaciones bilaterales «parecen inconsistentes con otras aseveraciones del gobierno, que fustigan duramente a La Habana», dijo a la AFP el analista político Esteban González.

Según González, profesor universitario y experto en relaciones internacionales, tales contradicciones quedaron al descubierto en una sesión parlamentaria del viernes, en la que Derbez y el secretario del Interior, Santiago Creel, explicaron las razones del gobierno de Fox para enfriar las centenarias relaciones con Cuba.

«En la sesión del Congreso vimos a un Derbez con un ramo de olivos y a un Creel muy ‘duro’, con ánimo recriminatorio y distante de Cuba», señaló el analista, coincidiendo con parlamentarios de los opositores partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD, izquierda), este último a cargo del gobierno de Ciudad de México.

Pero Creel -a quien se menciona como un probable candidato presidencial por el oficialista Partido Acción Nacional (PAN, centroderecha) en los comicios de 2006- dijo ante un comité legislativo que también desea la normalización de las relaciones con La Habana, aunque sobre la base del respeto mutuo y de la no intervención en los asuntos internos de cada país.

Creel acusa a dos miembros del Partido Comunista del país caribeño y al consejero político de la embajada cubana -expulsado a comienzos de semana- de haber intervenido en los asuntos internos mexicanos, al investigar ‘in situ’ la situación del empresario Carlos Ahumada, deportado por La Habana y sospechoso de corrupción en contubernio con líderes del PRD en Ciudad de México.

El secretario del Interior se abstuvo de revelar ante el Congreso las actividades específicas de los políticos y el diplomático cubanos en México, alegando que ese asunto se halla bajo reserva legal.

Derbez y Creel también afirman que el presidente Fidel Castro agravió a Fox y al pueblo mexicano, al sugerir el 1 de mayo pasado en La Habana que la política exterior de México está subordinada a la Casa Blanca.

En un mensaje dirigido a Cuba, Fox dijo el jueves que está dispuesto a defender a México de «impertinencias, injerencias y ofensas».

Un día después de hacer esa declaración, Fox dijo que rechazaba un plan de Estados Unidos -el estratégico socio comercial de México- que pretende limitar aún más los viajes y las remesas con destino a Cuba.

«Asistimos en este país a un escenario en el que un día el gobierno está contra Cuba y otro a favor de Cuba. Parece que no hay coherencia en la política exterior», dijo, por su parte, el analista Esteban Gutiérrez, profesor universitario de ciencias políticas.

Gutiérrez señaló también que, al enfriar las relaciones con La Habana, México «rompió peligrosamente su papel histórico de mantener el equilibrio en la región y en la práctica alentó a Estados Unidos a seguir presionando indebidamente a Cuba».

Político del PAN y el PRD propusieron que el escritor colombiano Gabriel García Márquez -amigo personal de Castro residente desde hace varios años en Ciudad de México- medie entre los dos gobiernos para superar la crisis diplomática.

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