México: capitalinos invaden playa de Acapulco, atemorizado por gripe porcina

México: capitalinos invaden playa de Acapulco, atemorizado por gripe porcina

México, (AFP).- Miles de capitalinos que tratan de alejarse por unos días del foco de la epidemia de gripe porcina llegaban este viernes al balneario de Acapulco, sobre la costa del Pacífico, donde sus habitantes temen ser contagiados por el mal que dejó 15 muertos en México.

«No deberían de venir, ellos traen el virus y harán contacto con muchos acapulqueños», se enfadó Edgar Rubio Hernández, profesor universitario, quien estimó que durante el largo feriado hasta el lunes, Acapulco «se va a llenar a reventar».

Pese a la exhortación de las autoridades a permanecer en sus casas como mejor forma de evitar la expansión del virus, que se transmite entre humanos, muchos capitalinos optaron por abandonar la superpoblada Ciudad de México, el principal foco de la epidemia, con 11 de los 15 muertos reportados en todo el país.

Rubio Hernández descargó su ira contra las autoridades porque no hacen lo suficiente, dijo, «para evitar que lleguen los turistas del Distrito Federal, y lo peor es que nosotros (nativos) corremos el riesgo de contagiarnos de ellos».

El alcalde de la ciudad, Manuel Añorve Baños, reiteró a la AFP las medidas que anunció en la víspera del fin de semana largo, como el cierre de discotecas, bares, puestos de comida callejera, restaurantes de comida rápida en centros comerciales y la suspensión de actividades de yates de recreo.

«Aquellos que tengan gripe, no vengan a nuestro destino turístico, que se guarden, que no salgan de sus casas», imploró Añorve Baños.

El organismo de turismo del estado de Guerrero, donde se ubica Acapulco (380 km al oeste de la capital), informó que en la mañana del viernes el balneario amaneció con una ocupación hotelera de 41,9% y en la zona de los hoteles de alta categoría llegba al 64%.

Fuera de esta emergencia sanitaria, Acapulco suele recibir a miles a extranjeros, en particular estadounidenses, al igual que Cancún, aunque este destino sobre la costa del Caribe es más caro y lejano de la capital.

Por ello era escaso este viernes el movimiento de turistas y se observaba a pocos en las playas, constató una periodista de la AFP.

En el aeropuerto de Cancún se han instalado dos pantallas que detectan la temperatura de los pasajeros y accionan una alarma cuando la temperatura corporal se acerca a los 39 grados, uno de los síntomas de la enfermedad.

Linda Kelpm, una brasileña que pasó dos semanas en Tulum, sobre la costa caribeña y con el atractivo de ruinas mayas, se quejó de que en la estación aérea no les facilitaron cubrebocas, indicados para evitar el contagio del virus.

«Es sólo que si se supone que hay una alerta entonces deberían proporcionar protección a todos los que tenemos que pasar por el aeropuerto. Es bueno que inspeccionen a cada pasajero pero sinceramente me causa cierto temor», admitió.

De su lado, el canadiense Evans Patry, quien estuvo con su familia en la Riviera Maya, dijo que se siente tranquilo y que sólo tenía temor por una eventual cancelación de su vuelo a Toronto.

«Nuestro temor era que nuestro vuelo se cancelara, escuchamos las cancelaciones de vuelos a otros países (Argentina y Cuba). No adelantamos nuestra partida pero sí tenía temor de que hoy nos dijeran algo así como ‘se suspendieron los vuelos'», señaló.

En las playas semivacías de Cancún, la familia Olvera Martínez, procedente de la capital mexicana, que llegó vía terrestre, se quejó en particular de los altos costos del transporte.

«El camión (autobus) traía unos 15 pasajeros y nos costó carísimo. Nos dijeron que no había boletos económicos pero tampoco vemos que Cancún esté lleno, creo que las aerolíneas y las líneas de autobuses debieron pensar dos veces antes de encarecer sus servicios», se quejó Adriana Olvera.

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