CUERNAVACA, México. AFP. Siete cuerpos decapitados y sus respectivas cabezas fueron encontrados hoy en distintos puntos del centro de México, mientras en una ciudad del norte del país, tres policías y el hijo de uno de ellos murieron en un ataque armado, informaron las autoridades.
La fiscalía del estado de Morelos (centro) encontró «los restos apilados de siete personas de sexo masculino decapitados» en el interior de un vehículo con reporte de robo abandonado en una carretera del poblado de Jojutla, indicó la dependencia en un informe.
En ese lugar, se halló «sólo una cabeza colocada sobre los restos de estas personas», añadió el documento.
Minutos más tarde, después de recibir llamadas de alerta, elementos de la fiscalía hallaron tres cabezas en plena calle en Puente de Ixtla, otro poblado cercano, y las tres restantes en Tehuixla.
Ambas localidades están en Morelos, a unos 150 km al sur de Ciudad de México, y en los dos lugares se encontraron sendos mensajes que apuntan a que el múltiple homicidio estaría ligado al crimen organizado, aunque su contenido y presunta autoría no se dieron a conocer.
Entretanto, en la ciudad de Torreón, en el estado de Coahuila (norte), tres policías y un menor de 14 años, hijo de uno de ellos, fueron asesinados en un ataque de un grupo armado en el que también resultó herido un cuarto agente, informó la Policía Estatal.
«Los elementos policiacos del área de investigación y el hijo de uno de ellos viajaban en un vehículo» en el centro de la ciudad cuando fueron atacados por unos pistoleros, indicó a la AFP una fuente de ese cuerpo que pidió el anonimato.
«En el sitio mueren tres elementos y el menor, mientras que el cuatro policía se encuentra recibiendo atención médica», agregó.
Unos minutos después de este hecho se produjo un ataque armado en otro punto de la ciudad contra unas instalaciones de la Vicefiscalía General en la región, en la que no hubo muertos ni heridos.
Torreón ha sufrido en los últimos días un repunte de la violencia que dejó 23 muertos entre el domingo y el lunes pasado y que es atribuido por la policía a ajustes de cuentas entre grupos rivales del crimen organizado.
El presidente Felipe Calderón, tras asumir el cargo, lanzó en diciembre de 2006 un operativo militar antidrogas.
Desde entonces, más de 50 mil personas han muerto de forma violenta, la mayoría como resultado de pugnas entre los cárteles de las drogas, operativos federales y asesinatos de civiles ajenos al crimen.