MEXICO, (AP).- La captura del presunto líder del cartel de La Familia reveló las fracturas y problemas financieros que enfrentaba desde hace meses la organización y que lo llevó a buscar una alianza con sus antiguos rivales de Los Zetas, uno de los grupos más sanguinarios del narcotráfico.
La Policía Federal presentó el miércoles ante la prensa a José de Jesús Méndez Vargas, alias «El Chango» y presunto jefe máximo de La Familia Michoacana, detenido la víspera en el estado central de Aguascalientes, donde según las autoridades buscaba ocultarse tras saberse perseguido por las autoridades.
El comisionado general de la Policía Federal, Facundo Rosas, informó que Méndez es buscado en Estados Unidos por delitos relacionados con el narcotráfico y que su captura es una muestra más del debilitamiento a que ha sido sometido el cartel de La Familia por diversos golpes en su contra. Rosas refirió que desde 2008 a la fecha han sido capturados 710 presuntos miembros de esa organización delictiva, de los cuales poco más de 50 eran miembros de la estructura de mando.
El comisionado dijo que en los últimos meses sus problemas financieros eran tales que a veces no tenían para solventar el sueldo que pagaban a algunos de sus miembros, que llegaba a ser de unos 8.000 pesos (unos 675 dólares).
La Familia surgió formalmente en 2006, según reportes de la Policía Federal. «El Chango» Méndez, de 50 años, asumió el liderazgo del grupo tras la muerte en diciembre de 2010 de Nazario Moreno, entonces el principal jefe, aunque eso llevó a un rompimiento del que surgió otra facción denominada «Los Caballeros Templarios».
El responsable antidrogas de la Policía Federal, Ramón Eduardo Pequeño, dijo que esa fractura desató enfrentamientos entre La Familia y «Los Caballeros Templarios» y llevó a «El Chango» a buscar acercamientos con Los Zetas, uno de los carteles de las drogas mexicanos más sanguinarios, para intentar retomar el control total en el estado occidental de Michoacán, su principal bastión.
«Es normal que las organizaciones criminales evolucionen, se debiliten (y) haya divisiones», dijo a la AP Jorge Chabat, experto en seguridad del Centro de Investigación y Docencia Económicas.
Para el analista, la aparición de «Los Caballeros Templarios» muestran el proceso de «mutación» en que entró La Familia a raíz de su debilitamiento tanto por fracturas internas como por golpes asestados por el gobierno.
«Es una mutación: aunque sean algunos de los mismos miembros, su papel dentro de la organización es diferentes y empiezan a reclutar nuevos miembros y las propias circunstancias los lleva a comportarse de manera diferente», dijo. «
Los Caballeros Templarios» anunciaron su surgimiento en marzo a través de mantas colocadas en diversos puntos de Michoacán, estado natal del presidente Felipe Calderón y donde lanzó en diciembre de 2006 su ofensiva contra el crimen organizado.
La nueva organización está supuestamente encabeza por Servando Gómez, alias «La Tuta», un personaje que era hasta hace unos meses uno de los jefes operativos de La Familia y uno de los personajes más visibles del grupo que incluso propuso un pacto al gobierno, que lo rechazó de inmediato. Pequeño dijo que «Los Caballeros Templarios» lograron sumar a sus filas a operadores cercanos de «El Chango» Méndez, luego de amenazar de muerte a sus familiares.
La presión del grupo rival llevó a «El Chango» a reunirse con líderes de Los Zetas «para solicitar el apoyo y recuperar el control del estado», lo cual condujo a un arreglo con el que Los Zetas lo apoyarían con 200 elementos, señaló el funcionario. Miembros de Los Zetas han sido responsabilidades de algunas de las peores masacres en la historia reciente de México, incluida una matanza de 72 migrantes en agosto de 2010. Incluso, han expandido sus operaciones a Centroamérica, especialmente Guatemala.
Los Zetas y La Familia han sido consideradas dos de los grupos más violentos del narcotráfico en México. Las autoridades federales ofrecían 30 millones de pesos (unos 2,5 millones de dólares) de recompensa por la captura de «El Chango» Méndez. La Familia ha sido considerada como el principal grupo de tráfico de metanfetaminas y una de las organizaciones responsables de la violencia que ha dejado más de 35.000 muertos desde diciembre de 2006 en todo el país.
El grupo ha intentado mostrarse como un grupo que defiende a la población, aunque el gobierno ha dicho que es sólo una estrategia para ocultar sus actividades ilícitas. El gobierno ha dicho que suele recurrir al reclutamiento de adictos y delincuentes comunes, a quienes somete a un adoctrinamiento con tintes religiosos.
«Las personas de nuevo ingreso son entrenadas en la sierra para realizar torturas y homicidios en contra de individuos capturados por la organización criminal», dijo Rosas. La historia de La Familia refleja las alianzas de conveniencia a las que suelen recurrir los grupos del narcotráfico, inclusive con grupos enemigos.
La Policía Federal señaló que originalmente La Familia mantuvo una alianza con el cartel del Golfo para intentar expulsar a un grupo local, aunque la rompió en 2008. En los últimos meses, la Policía Federal había dicho que La Familia reanudó su alianza con El Golfo, un grupo que para entonces ya había roto con Los Zetas, originalmente su brazo armado y ahora un cartel propio.
Rosas dijo que La Familia incluso apoyó con gente al cartel del Golfo para luchar contra los Zetas Un perfil de la Procuraduría General de la República (PGR) señaló que «El Chango» había sido detenido en 2002 por presunto homicidio, aunque fue dejado en libertad.
Supuestamente era protegido por un equipo de seguridad al que se le conocía como «Doce Apóstoles», aunque Pequeño dijo que al momento de ser detenido sólo iba con cuatro presuntos cómplices.