México: Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo 2008 – 2012

<P>México: Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo 2008 – 2012</P>

Sin lugar a dudas que la publicación por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) del Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo 2008–2012 (PRONAFIDE), encabezado por un mensaje del Presidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, presidente de los Estados Unidos Mexicanos, es una gran contribución para darle certidumbre a los agentes económicos sobre las perspectivas de futuro de ese país y de su economía.

Como lo apunta dicha publicación (PRONAFIDE), este documento se preparó en base al programa Visión México 2030 y al Plan Nacional de Desarrollo 2007–2012 mediante un amplio debate, entre los actores del sector fiscal y el sector financiero de ese país, en el marco además de la Ley de Planeación de México. PRONAFIDE abarca entre otros temas: 1) el diagnóstico y estrategia de desarrollo humano, crecimiento y creación de empleos, 2) disponibilidad de financiamiento: recursos públicos y privados, 3) sistema financiero, 4) escenarios de crecimiento, financiamiento y finanzas públicas: escenario conservador y escenarios alternativos, y 5) consideraciones finales. El anexo final se refiere a objetivos, indicadores y metas del Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo 2008– 2012.

El objetivo principal de PRONAFIDE es tener los recursos fiscales y financieros para alcanzar un mayor desarrollo sustentable. Alcanzar un crecimiento superior a 5 por ciento en el 2012, generar más de 800 mil empleos y disminuir la pobreza en 4.3 millones de personas.

Dentro de los lineamientos de PRONAFIDE y el Plan Nacional de Desarrollo de México, se busca:

– aumentar la inversión total de 22.5 a 25.5 por ciento del PIB;

– aumentar la inversión privada de 18.2 a 20.5 por ciento del PIB;

– triplicar la tasa de crecimiento de la productividad a través de las mejoras en competitividad;

– aumentar la inversión pública de 4.3 a más de 5 por ciento del PIB.

Finalmente, la estrategia a seguir por el lado de financiamiento, persigue que el ahorro interno se incremente de 21.7 a 23.8 por ciento del PIB y que el requerimiento de ahorro externo aumente de 0.8 por ciento del PIB a 1.7 por ciento del PIB, en base a la Inversión Extranjera Directa (IED) que fluiría hacía México.

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