MEXICO. AFP. El expresidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva, impulsor de un elogiado programa contra el hambre, viajará mañana a México como asesor de una iniciativa similar para atender a 7.4 millones de personas necesitadas que generó controversia por la participación de empresas transnacionales.  

En Brasil, uno de los pilares de la popularidad de Lula (2003-2010) fueron iniciativas como el programa integral «Hambre Cero» (Fome Zero), a las que se atribuyen haber sacado de la pobreza a más de 30 millones de personas y reducir la desnutrición en un 25%.  

«Para nosotros es muy importante que (Lula) conozca lo que estamos haciendo aquí en México», declaró la noche del miércoles a la televisora Milenio la titular de la secretaría (ministerio) de Desarrollo (Sedesol), Rosario Robles, responsable del incipiente programa mexicano conocido como «Cruzada Nacional contra el Hambre».  

En su breve estancia en México, Lula acompañará el viernes al presidente Enrique Peña Nieto a conocer los trabajos en la humilde comunidad de Zinacantán, situado en el empobrecido y mayoritariamente indígena estado de Chiapas (sureste).  

Pero organizaciones de productores y consumidores de alimentos se oponen al programa mexicano contra el hambre, que fue lanzado por Peña Nieto poco después de su llegada a la presidencia en diciembre y que está dirigido a ayudar gradualmente a las 7,4 millones de personas que enfrentan inseguridad alimentaria en 400 municipios rurales y urbanos.  

Esta iniciativa contempla impulsar la producción de alimentos en comunidades rurales, reducir los desperdicios por mal almacenamiento y transporte, apoyar financieramente a las familias y eliminar la desnutrición infantil.  

Agricultores olvidados. Los detractores del proyecto critican la contribución de grandes empresas extranjeras como la estadounidense de bebidas gaseosas Pepsico y el gigante agroalimentario suizo Nestlé, porque aseguran que promueven malos hábitos alimenticios y dañan a los pequeños agricultores locales.  

«Nestlé ha dominado el mercado nacional importando café de mala calidad del extranjero y recibiendo subsidios del Estado que no reciben los productores nacionales de café», asegura Fernando Celis, director de las organizaciones cafetaleras.  

Esta iniciativa «afectará directamente a medio millón de productores de café que hay en México», estimó el cafetalero.  

El programa mexicano contra el hambre prevé incentivos fiscales para las grandes empresas que ofrezcan donaciones de sus excedentes. Robles aseguró que el convenio con esas compañías «no es una contratación, no es dinero de Sedesol para esas empresas».  

En el caso del plan brasileño, el gobierno invirtió «en el pobre, (que) pasó a consumir, el consumo animó el comercio, el comercio compró de la industria y de la agricultura, y así, todos los sectores comenzaron a generar más empleos», comentó Lula desde Brasil en una entrevista publicada este jueves por el diario mexicano Reforma.  

Obesos y desnutridos. En México, «cada año mueren alrededor de 9.000 personas por hambre, pero en ese mismo tiempo mueren 90.000 por diabetes», una enfermedad crónica que deriva del sobrepeso, recordó a la AFP Alejandro Calvillo, director de la ONG local El Poder del Consumidor.  

«Lo que se requiere es una cruzada nacional contra la malnutrición en México, donde en las familias pobres se hallan niños desnutridos con padres obesos debido a la alta ingesta de comida ‘chatarra’ como refrescos y productos con grandes cantidades de azúcar, grasas y sal», argumentó.  

México, donde se calcula que el 70% de los adultos y 30% de los niños padecen sobrepeso u obesidad, es el país que más consume refrescos en el mundo, con un récord de 163 litros per cápita al año, según un estudio divulgado en 2011 por El Poder del Consumidor.  

Los expertos aseguran que entre las causas de la obesidad se encuentran la baja disponibilidad y el alto precio de los alimentos saludables, así como la penetrante mercadotecnia de alimentos y bebidas con altos niveles de azúcar.  

Pero Robles, desmintiendo que se pretenda distribuir gaseosas a las comunidades inmersas en el programa, aseguró que en el caso del convenio con PepsiCo solo «se trata de la elaboración de una galleta basada en avena nutritiva».  

Previo a la llegada de Lula, el opositor Partido Acción Nacional (PAN) denunció esta semana la participación de funcionarios del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) en una supuesta manipulación de fondos de programas sociales con fines electorales.

 Este jueves, la secretaria de Sedesol anunció la suspensión de siete funcionarios de su cartera tras la denuncia del PAN, que también reclama la salida de la propia Robles mientras se resuelven las investigaciones.