CIUDAD DE MEXICO (AP).- La propuesta de Estados Unidos de erigir un muro a lo largo de la frontera con México y tildar de delincuentes a los indocumentados ha generado una mezcla de pánico e indignación en este país.

Por ello, el gobierno ha intentado responder contratando a una firma de relaciones públicas con el propósito de frenar una creciente ofensiva contra los inmigrantes.

El presidente mexicano Vicente Fox dijo que las medidas de Estados Unidos, aprobadas el viernes por la Cámara de Representantes, son «avergonzantes’’, en tanto su secretario de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, dijo el lunes que la valla era una idea «tonta’’.

Las medidas han generado una ola de indignación en México. Numerosas páginas editoriales están dominadas por historietas del Tío Sam erigiendo paredes, algunas de ellas con mensajes anti mexicanos.

Muchos mexicanos, especialmente aquellos que han pasado parte de su tiempo trabajando en Estados Unidos, consideran la propuesta una bofetada a aquellos que laboran con ahínco y contribuyen al progreso económico de la vecina nación.

Fernando Robledo, de 42 años, del estado occidental de Zacatecas, dice que las propuestas amenazan con afectar a familias que tienen vínculos a través de la frontera.

«Cuando la gente escucha eso, todos se preocupan. Esto afectará a todos de alguna manera, así como a sus familias’’, señaló Robledo. «Muchos se mostraron incrédulos. ¨Cómo pueden hacer eso, proponer algo como eso?’’ preguntó.

Robledo, cuyo hijo y su madre son ciudadanos estadounidenses, dijo que la medida «causará un conflicto dentro de Estados Unidos’’, a medida que pequeñas empresas cierren por falta de trabajadores.

Indicó que muchos se sienten traicionados por el sentimiento contra los inmigrantes.

«Aprendimos a creer en Estados Unidos. Teníamos una vida binacional’’, dijo al aludir a Zacatecas, un estado que ha enviado inmigrantes al norte durante más de un siglo. «No es solamente un sentimiento de rechazo. Esto va contra lo que consideramos parte de nuestra vida, de nuestra cultura, de nuestro territorio’’.

El gobierno trata de librar una lucha en dos frentes. El lunes anunció que había contratado a la firma de relaciones públicas Allyn & Company, con sede en Dallas, a fin de mejorar la imagen de México y frenar la reacción contra los inmigrantes.

Pero José Luis Soberanes, director de la gubernamental Comisión Nacional de Derechos Humanos, sugirió que el gobierno de México debe ir más lejos.

«Espero una reacción más enérgica de nuestras autoridades’’, declaró Soberanes a la prensa local. «Es preferible tener un gobierno más exigente’’, que muestre mayor «confrontación con Estados Unidos’’, señaló.