México va ganando el partido contra Holanda 1 a 0.
En la ciudad de México reinan los gritos y los abrazos. Una fanática sale a la calle a ondear una bandera enorme. Y los seguidores mexicanos empiezan a soñar con la posibilidad de romper la maldición y, por primera vez en 28 años, pasar a cuartos de final de una Copa del Mundo».