Mi “hombre total”

Mi “hombre total”

Desde que uno nace, vislumbra la luz de lo que será su vida tan solo bajo el género humano que le ha tocado vivir.

Por los elogios, las caricias, el trato, y sobre todo por el ejemplo de quienes te guían, vas formando los cimientos que te forjarán como Hombre o Mujer capaz de ser el arquitecto de su propio destino.

Realmente, me choca mucho cuando escucho a aquellas mujeres decir que tienen mala suerte en el amor, o que no saben porqué las maltratan o porqué siempre le son infiel, y la realidad es que me atrevo a decir que la realidad es que la mayoría de los hombres son y hacen los que se les ha permitido durante generaciones, y peor aún, lo que muchas veces se les inculca  por  el mero hecho de sublimizar su hombría.

No me explico cómo en este país, teniendo figuras de Hombres tan emblemáticos, respetables y dignos ejemplos a seguir, que con sus obras han demostrado que  “ser hombre no es nada más ser varón, simple individuo del sexo masculino”, sino un ente Total, capaz de ser Multi “Todo”, es decir, que velará por estar siempre  a la vanguardia con los avances tecnológicos, con la realidad cultural que exige la globalización de estos tiempos, respetando cada manera de actuar, de pensar, dejándose retroalimentar con la crítica y elaborando una propia autocrítica de sus ideas y acciones.

Dejando fluir sus dotes artísticos, aprendiendo a cantar si así lo desea o aventurar tocando un instrumento o dibujando, entregándose a la voluntad divina que entienda, pero sobre todo, desarrollando esa facultad de ser más humano, educándose para reconocer sus afectos y sentimientos, para de esta forma canalizarlos adecuadamente.

“¡Hombres de esta talla y de esta alcurnia son los que necesita el mundo, los reclama nuestra nación, y lo exige Dios!”.

Eso para mí es lo que significa ser un Hombre Total, cuando tú con gran empeño, dedicación, persistencia y constancia pones tu género en alto, para que con dignidad se pueda honrar siempre tu legado, y para que las mujeres aprendamos a valorarnos, a respetarnos y saber reflejar lo que merecemos, oponiéndonos con intransigencia a cualquier acto de vileza. Pero también a entender, que nosotras Madres de hijo varón,  tenemos un gran reto -como ya he dicho en otras ocasiones- y más aún con esta generación, de criar hombres de bien, para que el día de mañana puedan unir sus vidas a mujeres que vivan “con orgullo y sin prejuicios”.

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