Proveniente de una familia donde dos de sus miembros padecieron Alzheimer, Yina Guerrero decidió abordar el tema de esta enfermedad en un libro para niños.
Al ser cuestionada sobre la razón para escribir respecto a un tema tan delicado como es el hecho de tener un enfermo con Alzheimer, la autora enfatizó que al pasar por la situación de ver a su abuela y posteriormente a su tío con este padecimiento, entendió que debía escribir sobre éste, pero desde la perspectiva de un niño que no entiende qué le pasa a su abuelo recién llegado.
Aunque el libro no es autobiográfico, en su experiencia personal, la autora encontró quizás la inspiración que da origen a la historia de Max y Diego –abuelo y nieto– cuyas travesuras llevarán al lector por un mundo de monstruos en el armario, espías y hasta a montar bicicleta por las calles del barrio.
La historia está recreada en la casa de Diego, donde el abuelo Max va a vivir debido a la afección que padece: Alzheimer o “el alemán” como lo llama la mamá del niño, haciendo alusión al médico psiquiatra y neuropatólogo alemán Alois Alzheimer, descubridor de esta enfermedad degenerativa.
Sobre la autora. Esta apasionada por las letras lleva en su haber la escritura de siete libros, aunque este es el primero que ve la luz.
Confiesa que escribe desde pequeña y que ha encontrado en las letras la mejor manera de expresarse, ya que le ofrecen la posibilidad de decir lo que muchas veces no puede expresar con palabras.
Explica que con el libro trató de abordar el tema positivamente, aunque asevera que la enfermedad, también denominada demencia senil, es muy triste. En su historia, la condición es vista desde los ojos de Diego, quien encuentra en su enfermo abuelo, que se cree un niño, un amigo para jugar y pasar momentos divertidos.
Yina Guerrero dice que el objetivo de su libro es que muchas más personas sepan lo que es el Alzheimer y que entiendan lo que es tener un familiar que lo padezca, ya que estos pacientes tienen unos cambios “exorbitantes”, que pueden resultar perturbadores para sus seres queridos.
Lamentó que el tema de las enfermedades relacionadas con el cerebro y con la demencia sigan siendo tabú dentro de muchas familias, y que incluso haya familiares que lleguen al punto de avergonzarse de sus mayores cuando las padecen, lo que a su entender no debería ser, debido a que esta es una afección como cualquier otra.
Título. Aunque en una primera lectura se puede entender que el nombre del libro hace alusión a que Diego ve en su abuelo un nuevo amigo de ocho años, la autora precisó que el título surge a raíz de que Max -el abuelo- se recuerda a sí mismo como un niño de ocho años, por lo que en ocasiones es incapaz de reconocer a su nieto Diego.
Guerrero explicó que este mismo detalle de él, de llegar a creerse un niño otra vez, es lo que hace que florezca la amistad entre abuelo y nieto.
Solidaridad, comprensión, paciencia, y trabajo en equipo son algunos de los valores que se pondrán de manifiesto en esta fantástica historia familiar, la cual sin dudas llevará a los lectores por un mundo de fantasías en sus apenas 45 páginas.
Escrito en un lenguaje llano y hasta jocoso, el libro está dirigido a niños a partir de ocho años, pero lo cierto es que los adultos encontrarán en él, una literatura que les sacará carcajadas mientras la leen.
“Aunque el libro pertenece a una editorial infantil como tal, es una historia que funciona bien para grandes y chicos; es una historia que va a entretener a los niños, les va hacer pasar un buen rato, pero también va a enternecer el corazón de los grandes”, concluye Guerrero.