Decidí presentar mi candidatura presidencial por el PRSC ante la Asamblea a celebrarse en la fecha que instancias competentes del partido determinen, en vista del agotamiento de los modelos de comportamiento imperantes de proselitismo político partidario, económico-social y de gestión pública.

Las precandidaturas existentes no lograron dinamizar el partido como propugnaron los que se autoproclamaron tal y como evidencian las encuestas, ni han contribuido a la cohesión interna sino más bien han fomentado nuevos aires divisionistas. Los dos principales candidatos se endosan uno a otro. O no se sienten cómodos con el afán de protagonismo asumido por precandidatos y miembros de la organización o por competir frente a quienes procuran espacio futuro o créditos para otras posiciones; dejando huérfana la posibilidad de una propuesta reformista para enfrentar la difícil situación que atraviesa la nación no obstante resultar la más pertinente.

Esta difícil situación aludida se debe al agotamiento del modelo económico aplicado por el Gobierno, caracterizado por déficits fiscales financiados con endeudamientos y originados en gastos excesivos en burocracias, subsidios, pagos por endeudamientos, publicidad no institucionalizada, que le impide prestar servicios públicos adecuados que demanda la población y levantar o mantener la infraestructura de producción que requiere la nación, generándose a su vez otro gran déficit en la balanza comercial.

Se ha ido estableciendo una economía ineficiente y rentista que distrae esfuerzos e inversiones de la producción en bienes y generación de puestos de trabajo para destinarlos a la especulación financiera, y una sociedad dependiente de la mano generosa del Estado estimuladora de la ociosidad madre de todos los vicios, lo cual, unido a la falta de sanciones a la corrupción de cuello blanco, contribuye a la delincuencia e inseguridad ciudadanas.

Pero también está agotado el modelo de gestión pública entre partidos Gobierno caracterizada por la constante confrontación de poderes calmada por complacencias, complicidades y transfuguismo.

La difícil situación económica y los correctivos que hay que tomar cuando la generosidad financiera dé paso a acreedores iracundos no podrá ser enfrentada individualmente por fuerza partidaria alguna ni mediante acuerdos cupulares sino por una gran concertación que involucre partidos políticos y arrastre consigo instancias responsables de nuestra sociedad hasta crear una gran voluntad nacional por superarla. Solo así se evitarán protestas y exposiciones a la paz y orden públicos.

Por eso me pondré a disposición de la nación a través de la candidatura presidencial por el PRSC, el próximo miércoles a las 10:30 a.m., precisando los instrumentos que considero imprescindibles para cambiar éstos modelos de comportamiento, al tiempo de precisar nuestra capacidad para encararlos.