Mi esposa cuenta nuestros problemas

Mi esposa cuenta nuestros problemas

Pregunta del lector: Estoy cansado de decirle a mi esposa que no me gusta que cuente nuestros problemas a su madre y sus hermanas. Le dije que la próxima vez que me entere tendrá problemas conmigo. Nadie tiene que meterse en nuestros asuntos. Todo lo que pasa entre nosotros es privado. ¿Cree usted que está bien lo que ella hace?

Respuesta de la terapeuta: Los límites o fronteras son una línea imaginaria que existe en torno a la pareja que protegen la funcionalidad, la intimidad y las rutinas.

Estos favorecen el desarrollo de la idiosincrasia de la pareja. Permiten la conciliación entre las dos culturas familiares para crear una identidad que la diferencia de la familia de origen.

Las familias latinoamericanas, se diferencia de las anglosajonas, porque mantienen los límites más flexibles para que la familia de origen tenga incidencia en la pareja. Se constituyen en consejeros cuando aparecen los conflictos o cuando viene la nueva cría.

No se trata de inmiscuirse en todos los problemas, ni creerse que son los consejeros permanentes, de ser así, se consideraría una injerencia que afectaría la intimidad relacional.

Cuando la pareja no logra afrontar los conflictos mediante la comunicación y lograr acuerdos satisfactorios, aumenta la tensión. La distancia emocional se intensifica, se dejan de hablar, por lo que la posibilidad de conciliar se disipa, en consecuencia, se busca a una tercera persona para canalizar las tensiones acumuladas.

La pareja conflictiva pierde la esperanza de resolver los problemas, la desesperanza y la hostilidad aumentan. Los pautas de comunicación y la actitud de uno hacia el otro es defensiva, se atacan, agreden verbalmente y se desvalorizan mutuamente.

Quedan atrapados, giran en torno a la problemática, no piensan en la solución, sino, que se enfrascan en acosarse. Ahí queda todo, se sienten ofendidos, se retiran, no resuelven el problema. Cuando llega la calma, retoman la relación sin resolver el problema. El conflicto queda latente y se dispara por otras motivaciones.

Para dar por terminada la situación que le preocupa, propónganse resolver los conflictos, los acumulados y los que están por venir. Si los disminuyen considerablemente, tendrán una relación más placentera y calmada; por lo tanto, no será necesario buscar con quién hablar de los asuntos íntimos de la pareja.

Ambos son responsables de crear y mantener una relación satisfactoria, justa, afectiva, solidaria y con un diálogo flexible.

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