Mi hermano Peng Sien. El Movimiento Campesino Como su nombre chino no era fácil de asimilar por los campesinos, utilizó su segundo nombre, Rafael.

Mi hermano Peng Sien.  El Movimiento Campesino  Como su nombre chino no era fácil de asimilar por los campesinos, utilizó su segundo nombre, Rafael.

HABLA COMPADRE MON,
Manuel Del Cabral
Lo que ayer dije yo
a gritarlo vuelvo ya:
¿tierra en el mar?
No señor,
aquí la isla soy yo.

Algo yo tengo en el cinto
que estoy como está la isla,
rodeada de peligro.

Sí, señor, mi cinturón:
ola de pólvora y plomo.
Aquí la isla soy yo.

Cabe, lo que dije ya,
siempre aquí, como le cabe
el día en el pico de ave.
¡Qué bien me llevan la voz
las balas que sueño yo!

Y no está lejos del hombre
de tierra adentro y dormido
la verde fiera que siempre
nos pone un rabioso anillo…
Estoy hablando del mar
porque en él hay algo mío…

¿Pero estoy hablando yo
de una Antilla, tierra en agua?
No señor,
con la cintura entre balas,
al mapa le digo no.
Aquí la isla soy yo.

AIRE DURANDO

¿Quién ha matado este hombre
que su voz no está enterrada?

Hay muertos que van subiendo
cuanto su ataúd más baja…

Este sudor… ¿por quién muere?
¿Por qué cosa muere un pobre?

¿Quién ha matado estas manos?
¡No cabe en la muerte un hombre!

Hay muertos que van subiendo
cuanto su ataúd más baja…

¿Quién acostó su estatura
que su voz está parada?

Hay muertos como raíces
que hundidas… dan fruto al ala.

¿Quién ha matado estas manos,
este sudor, esta cara?

Hay muertos que van subiendo
cuanto más su ataúd baja..

Para los años 60 y 70 el país tenía una economía básicamente agroexportadora. Si bien es cierto que se estaba aplicando la política cepaliana de “sustitución de importaciones”, a fin de desarrollar la industria liviana, todavía el azúcar, el café, el tabaco y el cacao constituían, desde el siglo XIX, los principales productos agrícolas de exportación.
Las Leyes Agrarias de Joaquín Balaguer de 1968, cuestionadas por la mayoría de los sectores, a excepción del Partido Comunista Dominicano, que planteaban que esas medidas favorecerían a un sector importante y abandonado del país: el campesinado.
Años antes, el Movimiento Popular Dominicano había adoptado la política lo mejor al campo. Decidió enviar a sus mejores cuadros a trabajar con el campesinado dominicano. Sin embargo, la política no tuvo efectividad, sus dirigentes fueron abatidos uno a uno. Fue la época de Mamá Tingó, una humilde campesina que murió en la lucha por el reconocimiento de los derechos del campesinado.
Los Comités Revolucionarios Camilo Torres (CORECATO) decidieron trabajar con el campesinado a fin de crear una estructura poderosa que uniera a los dirigentes campesinos. Era la época en que los sindicatos de trabajadores tenían poder y eran capaces de parar el sistema productivo en las ciudades.
La estrategia que definió la dirigencia de los CORECATO fue la de trabajar con el campesinado a través de organizaciones de la sociedad civil. Comenzaron a crearse los centros de promoción. Uno de los más importantes fue el Centro de Promoción Humana Integral. Fui una de las más activas colaboradoras de esta organización. Quería ayudar al país, quería ayudar a los más necesitados.
Con el tiempo, surgieron otros centros en el país, muchos de los cuales han desaparecido. No todos los empleados ni los colaboradores voluntarios eran miembros de la organización política. Los dirigentes que se involucraron en el proceso lograron que un gran sector social de la Iglesia católica progresista, así como gente del pueblo con sensibilidad social se uniera a la experiencia. Se iniciaron los cursos de educación a la dirigencia campesina. Se comenzaron a definir programas de formación campesina por etapas. Se tocaron todas las puertas de los organismos de cooperación bilateral en Estados Unidos, Europa y Canadá. Estas agencias financiaron estos programas de formación.
Los años de 1970 a 1978 fueron clave en este proceso. Los principales centros recibieron muchos fondos que permitieron tener un grupo importante de empleados. Comenzaron las reuniones entre campesinos del norte y del sur. Los conflictos con algunas de las autoridades eclesiásticas no tardaron mucho tiempo. Peng Sien fue uno de los primeros que se lanzó al proyecto. Como su nombre chino no era fácil de asimilar por los campesinos, utilizó su segundo nombre Rafael, con el tiempo fue derivado en “Fellito”. Trabajó intensamente junto a otro grupo de compañeros en la organización campesina que exigió la compensación de los campesinos afectados por las acciones de la Rosario Mining Company.
Un elemento interesante es que estos movimientos surgieron en pleno Gobierno de Joaquín Balaguer. Sin embargo, las fuerzas de seguridad no detuvieron el proceso. Durante esos años ya habían ocurrido los acontecimientos de enero de 1972 cuando cuatro dirigentes revolucionarios fueron asesinados en una residencia ubicada el kilómetro 14 de la Autopista de las Américas. En efecto Amaury Germán Aristy (líder del grupo), Virgilio Perdomo, Bienvenido Leal Prandy (La Chuta), y Ulises Cerón Polanco fueron ultimados por las fuerzas de seguridad. Un año después, vino Caamaño junto con un grupo de guerrilleros, pero fueron también ultimados.
Por esta razón, los CORECATO abandonaron el proyecto de lucha armada para dedicarse al trabajo con las masas, a través de un trabajo educativo sistemático. Este proceso culminó con la creación del Movimiento Campesino Independiente (MCI), a mediados de los años 70, que pudo reunir a la mayoría de campesinos organizados del país.
Durante esos años, el movimiento tuvo un gran impacto en el país. Los campesinos tenían su voz. Peng Sien y otros líderes políticos y sociales fueron los responsables de este revolucionario proceso en el que se le dio voz a los sin voz. El MCI terminó unos años después. Hoy muchos de esos dirigentes se quedaron en sus comunidades, otros tomaron el camino de la vida política partidaria en los partidos políticos tradicionales.
Este movimiento se abrió espacio en medio de los programas asistencialistas de las organizaciones del Estado y de otros organismos de la sociedad civil que tenían una visión paliativa.
Pienso también que el Movimiento Campesino tuvo un gran enemigo: la transformación de la economía dominicana a una economía de servicios. Y a nivel sociológico, la salida masiva de campesinos a la ciudad, convirtiendo al país en una sociedad preponderantemente urbana. Seguimos en la próxima.

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