Cuando el presidente Hipólito Mejía declaró a los medios de comunicación de manera enfática que los Panam 03 serían «mi obra cumbre», sus paisanos, sin excepción, excluyendo los interesados, nos miramos escépticos unos a otros, para autocuestionarnos si en realidad el gobierno creía lo que decía, y en segundo término, sin en realidad estaba en sus cabales.

Con un presidente agrónomo, sus paisanos entendimos desde un primer inicio de su administración de 48 meses y ni un día más, que sus dos principales obras de gobierno se encaminarían a estructurar un vigoroso proceso agroindustrial, así como también restaurar las cuentas de los que hasta hace cuatro décadas fueron nuestros principales ríos, Yuna, Yaque del Norte y Sur.

Me ha resultado así y ya a nueve meses de concluir su mandato, es punto imposible que realice estos dos proyectos, un fiasco para su gobierno, para el país y para él mismo, un gobernante profesional de las ciencias agronómicas, que con sobrada razón, todos esperamos la ejecución de estos dos proyectos gigantes de rescate económico y ecológico.

Pocos fuimos, incluido el suscrito, quienes no alertamos al presidente de lo inconveniente del montaje de los Panam 03, porque, siempre se adujo, inclusive dos expertos en estos menesteres y perredeístas a carta cabal, el doctor Luis Schéker Ortiz y el licenciado Jesús de la Rosa, en la imposibilidad de recuperar la inversión en esa locura, estima en más de $10 mil millones, y además porque el país no disponía de la infraestructura atlética para medirnos con lucidez, inclusive deportes como la esgrima, arquería, water polo, racket, y otras aromas deportivas extrañas a nuestro medio.

Pero el presidente se deja ganar por sus emociones, como si fuese un niño, y en terquedad, nadie le gana, porque es un obcecado y, por consiguiente, un desfasado y un perdido de la realidad de las circunstancias que le rodean.

En estos momentos, los contratistas de las obras de Panam 03 están reclamando RD$1,100 millones de cubicaciones, obras entregadas, que el gobernante prometió saldar a su retorno de la Cumbre Iberoamericana de Santa Cruz de Bolivia y de Brasilia con su homólogo Luiz Ignacio Lula da Silva, pero como se puede apreciar, han discurrido dos semanas luego de esas promesas y nada se ha materializado.

En la publicación de los gastos del gobierno concerniente al Presupuesto, correspondiente al último mes, octubre, se aprecia que el presidente asignó a la SEOP $69.6 millones, lo que no cubre ni el 1% de los compromisos de esa cartera.

Es decir, que los ingenieros contratistas de los Panam 03 tendrán que esperar que el presidente los considere para el pago de noviembre, en sus reclamaciones de cubicaciones reportadas y aceptadas en el infeliz evento deportivo.

Esa cantidad de $69.6 millones es una chilata para las obras de infraestructura que ejecuta la SEOPC, donde se afirma todos los contratos los detenta el titular, ingeniero Miguel Vargas Maldonado, el funcionario menos accesible é identificable de todos los secretarios el presente gobierno.

En cambio, a INAPA el gobernante asignó $1,824 millones, al Desarrollo Social $400 millones; Materiales y Suministros $332.4 millones; Transferencias Corrientes $1,286 millones; Inversión Gasto Social, sin especificar, una especie de PEME-PRD, $182.7 millones, que podría tomar muy en cuenta al PLD que gobernará indefectiblemente al país en 04-08, para desquitarse de la acusación de su «paga o pega» que involucró una chilata, $1,200 millones.

Estas muestras tan sólo del último informe publicado de los egresos, para que todos perciban que los gobiernos disponen de recursos abundantes para canto quieren, y nada para lo que no quieren, entendiéndose una vez más, que la política es no la ciencia de lo posible, sino de lo conveniente, lo circunstancial y lo medalaganario.