“Nunca dudes tus números”, me dijo Richard Burkholder, vicepresidente de The Gallup Organización, y me devolvió el ánimo ese día.
Había estado muy atribulado por la encuesta que habíamos publicado. La encuesta daba un empate entre Balaguer y Peña Gómez, apenas dos o tres décimas de punto. Le dije a Vinicio, el director de campo: “Nos fuñimos, nadie lo va a creer”. Esa tarde salí a buscar un buen amigo, para calmar mi ansiedad. “Ven, que estoy con mi familia en un restaurante de la San Martín”. Mi amigo, con su cariño de siempre, me dijo: “Come y tómate ese vino. Pero lo siento, amigo, esa encuesta es una (m…)”. Tras lo cual, frisado por sus palabras, le dije: “lo siento, después de esas palabras, no creo que pueda tragar nada”. Vino enseguida una andanada de sus hijos y su mujer: “Papi, ¿cómo te atreves a decirle eso a tío Rafelito”.
La historia está ahí: Balaguer y Peña Gómez, por esa y otras circunstancias, terminaron en un empate: dos años uno, dos años el otro…Lo que luego se cambió por otro tipo de acuerdo.
Varios días después, todavía bastante atribulado, un grupo de empresarios pidió al periódico El Siglo que le hiciéramos una presentación de los resultados. El responsable del estudio, Burkholder, viéndome preocupado me dijo: “Jamás dudes de tus propios datos”.
Posiblemente a lo que yo le tenía más desconfianza era a las probabilidades; pues por más bien diseñada que esté la muestra, puede tener un error más grande que el famoso 3%, de más o de menos; ya que eso es solamente un 95% seguro; o sea, en 95 de cada cien muestras posibles con esas mismas características…Pero el investigador se puede sacar la mala lotería porque él tiene 5% en su contra, o sea, de que el error sea más grande que el 3%. Todo ello, sin contar los errores humanos. El censo nacional, cuyo error estadístico es cero, a veces no se ha podido publicar por la cantidad de errores humanos, como la falta de entrenamiento de los encuestadores, o porque la dieta no les llegó.
Pero, ¿por qué tenía Richard tanta certeza sobre nuestros datos?
Mientras aguardo los ataques de los no favorecidos por nuestro reporte, recuerdo que luego de fundada Gallup República Dominicana, en una convención en la Universidad de Nebraska, Burkholder mismo, ante delegaciones de todo el mundo, anunció la nueva Gallup RD; diciendo allí que se trataba de “la más pequeña de todas”; como una de las razones, explicó: “Que cuando ellos buscaban empresas dominicanas para encuestar en este país, mientras nos entrevistaban, ellos se sorprendieron de que éramos nosotros, Mercadesa, en ese entonces, mi pequeña empresa, “los que estábamos escogiéndolos a ellos”.
Anoche, y otras veces he recordado que les dije: “No le entrego un solo dato al periódico ni a nadie en este país. Yo se los envío y ustedes los entregan al periódico. “No me importa que ustedes sean famosos. Si algo se hace incorrectamente con esos datos, yo los denuncio, a ustedes y al periódico”. Ellos saben que no bromeaba. Dios también.