Mi punto a favor del sistema bicameral

Mi punto a favor del sistema bicameral

Félix Nova

En ocasiones reflexiono con amigos sobre muchos temas del acontecer político de nuestro país y cuando llegamos al tema del Congreso y el día a día de las cámaras legislativas siempre exalto con una expresión de júbilo y de alivio diciendo “Que bueno que somos un congreso bicameral”, con esa expresión me hacen la pregunta del porqué reaccionó así y mis razones de apoyar la bicameralidad en el Poder Legislativo, lo cual explicaré de ahora en adelante.

En primer lugar, John Locke identifica que el poder debe ser limitado: “el poder puede suponer una tentación excesivamente fuerte para la fragilidad humana”. Dentro del Poder Legislativo, cuando empieza el estudio de una iniciativa muchas veces pasa por alto algunos detalles del proyecto estudiado, por lo que a la hora de ser aprobada por la cámara en la que inició el proyecto, le toca a la otra el estudio y hace un papel que sería de enfriamiento para el estudio de la iniciativa, por lo que vemos una limitación o mejor dicho un mejor estudio de la iniciativa que está a punto de salir del congreso para su promulgación por el Poder Ejecutivo.

Segundo, a la hora de muchos defender el unicameralismo, es bajo el precepto que una Cámara única llegaría a tener un trabajo eficiente con una argumentación basada en la celeridad, pero hay que tomar en cuenta la rapidez no asegura mayor producción ni mucho menos eficiencia, ninguna ley resulta perfecta y al momento de aprobarse un proyecto suele tener deficiencias técnicas y en el apartado unicameral es que cuando la cámara única su mayoría es del mismo partido que el presidente, se llega acrecienta el poder presidencial en detrimento del congreso.

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Y tercero, pongo los casos ocurridos solamente en el año 2022 con iniciativas como lo fueron: el proyecto que regularía el derecho a la intimidad, el honor y buen nombre, o mejor conocida como “ley mordaza”; el fideicomiso de Punta Catalina; la de extor… digo, extinción de dominio y más reciente la ley de fideicomiso público. Casos que fueron conocidas en una Cámara legislativa con disposiciones que no solamente afectaban la seguridad jurídica en distintos aspectos, también infringiendo la Constitución, pero como dije en el primer punto, llega a la otra Cámara legislativa para el punto de enfriar y poder redimir las fallas que salieron a la luz al momento de su aprobación en el otro espacio que fue estudiado.

Si, conozco que el sistema bicameral tiene sus ventajas también desventajas, como el tiempo para conocer una iniciativa y pueda ser aprobada por ambas cámaras antes de que perima, pero visto nuestro nivel institucional y la realidad que hemos presenciado solamente en el 2022 en materia legislativa, resulta que el costo/beneficio del sistema bicameral nos beneficia, eso lo podemos comprobar viendo los resultados de países hermanos de la región como Perú que se volvió unicameral en 1993 y Venezuela en 1999, hoy en día no necesito explicar que ha pasado con esos países en sus atribuciones parlamentarias y su situación política hoy en día.

Para terminar, vuelvo a destacar la finalidad del sistema bicameral que es el equilibrio de fuerzas del Ejecutivo y del Congreso, para una moderación en la posible aprobación precipitada por parte de legisladores y así propiciar la detección de errores o carencias que tuvo la iniciativa legislativa en la cámara de origen; así como estimular la vigilancia, transparencia y la rendición de cuentas.