MIAMI (AP).- Uno de los eslóganes usados por el equipo de marketing de los Heat este verano fue: «No hay temporada muerta». Vaya, los Heat desearía que eso fuera verdad.

Las cosas no fueron fáciles durante los cinco meses posteriores al fin del reinado de Miami. Los Heat perdieron algunos jugadores claves en la agencia libre, razón por la que echarán de menos a tres miembros de la rotación, Antoine Walker fue asaltado a mano armada en su hogar y las vidas privadas de algunos jugadores fueron diseccionadas en las páginas de chismes.

De alguna manera, dejarán esa angustia de lado a partir de ayer, cuando los Heat abrieron el campo de entrenamiento con el ojo puesto en recuperar el título que se les escapó demasiado rápido para su gusto.

«Nadie sentirá lástima por nosotros», dijo el coach de los Heat, Pat Riley.

El coach tampoco dejará que los Heat sientan lástima por sí mismo.

¿Este verano las cosas salieron según los planes de Miami tras haber quedado fuera de los playoffs en primera ronda? No, reconoce Riley, pero rápidamente señala que el núcleo del equipo titular del 2006 está casi intacto -por lo que cree que Miami puede volver a competir.

Shaquille O’Neal está sano. Dwyane Wade perderá el principio de la temporada mientras se recupera de cirugías de rodilla y hombro, pero debería estar al cien por ciento pronto. Alonzo Mourning está extra motivado porque ésta es su última campaña. Ahí tienes tres razones para ser optimista.

«Uno de mis grandes desafíos como atleta profesional será esta temporada, y estoy muy entusiasmado», dijo Wade, que fue operado.

«Cuando hablan del Miami Heat que quedó fuera en primera ronda, mencionan tres nombres: Shaq, Dwyane y el entrenador Riley. Así que es personal para mí».