Miami teme pérdida operaciones bancarias de AL

Miami teme pérdida operaciones bancarias de AL

MIAMI (AP) .- Las elegantes torres de vidrio que se elevan en la famosa avenida Brickell, frente al océano Atlántico, han sido por mucho tiempo el lugar donde los ricos de América Latina guardan su dinero en momentos de crisis políticas para invertirlo en las épocas propicias.

En estos días, varias de las economías de América Latina están floreciendo, pero el distrito financiero de Miami no experimenta el auge esperado.

Los líderes de la banca internacional sostienen que las normas de seguridad dispuestas tras los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 han ahuyentado a algunos clientes que, a pesar de estar cerca y de sentirse atraídos por Estados Unidos, están depositando cada vez más dinero en Panamá o incluso en Luxemburgo. Y consideran que el costo de respetar estas leyes es demasiado elevado para muchos bancos pequeños.

Guillermo Rossel, vicepresidente del International Bank of Miami, expresó que antes del 2001, los clientes internacionales del banco eran de América Latina en general. Ahora sólo son de América Central y el Caribe.

«Estamos perdiendo negocios internacionales, tanto de clientes privados como negocios entre bancos’’, manifestó Rossel, cuya institución forma parte de un grupo de bancos con sucursales en la Florida que tienen activos de cerca de 1.000 millones de dólares.

«Las regulaciones tienen que ver no sólo con conocer a nuestros clientes también a los clientes de nuestros clientes’’, manifestó refiriéndose a los negocios que hacen con otros bancos. «Se ha convertido en algo demasiado riesgoso y costoso para nosotros’’.

Es difícil determinar la cantidad total de dinero que va y llega de bancos de América Latina y otras agencias relacionadas en Estados Unidos, ya que las autoridades federales y estatales no ofrecen detalles sobre esas cifras. Sin embargo, algunas estadísticas sugieren que la industria está cambiando:

_ Entre el 2000 y el 2005, los empleos en la banca internacional en Florida cayeron de cerca de 5.000 a unos 3.000. Durante el mismo período, la industria registró una pérdida de ingresos de cerca de 2.100 millones de dólares, de acuerdo con un estudio reciente de la Asociación de Banqueros Internacionales de la Florida.

_ Mientras tanto, la cantidad de dinero que los bancos extranjeros tienen con agencias autorizadas por el estado se mantuvo en 19.500 millones de dólares, revirtiendo una tendencia de crecimiento, según la Oficina de Regulación Financiera de la Florida.

_ La cantidad de los llamados bancos Edge Act _que sólo pueden realizar operaciones de comercio exterior_ cayó de 10 en el 2000 a siete en el 2005.

Algunos analistas consideran que el asunto es más complicado. La cantidad de bancos con oficinas extranjeras ya estaba en baja con respecto al máximo registrado a mediados de los años 90. Atribuyen la pérdida a las mejoras tecnológicas, que permiten que las empresas ofrezcan más servicios desde otros lugares, como Nueva York. Además, sostienen que la banca no es la única industria donde los pequeños empresarios están enfrentando la consolidación global.

Sin embargo, Seno Bril, director ejecutivo de BNP Paribas en Miami, manifiesta que las regulaciones de la Ley Antiterrorista posterior a los ataques del 11 de septiembre han desempeñado un papel importante, especialmente en lo que se refiere a los sectores más ricos de América Latina.

Los bancos deben verificar la identificación de sus clientes potenciales que depositen un millón de dólares o más, y determinar de dónde provienen los fondos y cuál es el propósito de la cuenta. Asimismo, deben realizar trámites especiales para identificar y supervisar las cuentas abiertas por funcionarios de gobiernos extranjeros, sus familiares, socios y corporaciones que se formen para beneficiarlos.

«Estas son personas a las que les gusta hacer sus compras en Miami y en Estados Unidos. Envían a sus hijos a colegios de Estados Unidos. Vienen a hacerse revisaciones médicas en Estados Unidos’’, observó Bril, ex titular de la Asociación de Banqueros Internacionales de la Florida.

Sin embargo, no están realizando operaciones bancarias con tanta frecuencia aquí por las preocupaciones sobre la confidencialidad y la «percepción de que su dinero no es bien acogido’’, dijo.

Varios bancos españoles han abierto oficinas en la Florida en los últimos años, aunque tienden a focalizarse en clientes latinoamericanos existentes y en el mercado hispano de Estados Unidos.

Un profesor de la Universidad Internacional de la Florida, Jerry Harr, admitió que las normas posteriores a los ataques terroristas del 2001 tuvieron un efecto paralizante, pero expresó que la estabilidad económica y política también está afectando la cantidad de capital que llega desde América Latina.

Países como México y Chile ya tienen el codiciado estatus de grado de inversionistas para bonos del gobierno, y a otras naciones como Brasil no les falta tanto.

Debido a la mayor liquidez y confianza en las regulaciones financieras en algunos países, las compañías ya no dependen de bancos de Estados Unidos para sus transacciones de corto plazo, indicó.

Los clientes, además, buscan formas más sofisticadas de mantener su dinero, como fondos mutuos. Asimismo, con el reciente auge del mercado de bienes raíces, muchos han invertido su dinero en propiedades.

«No tengo paciencia con los depositantes que se quejan de que la Ley Antiterrorista es la razón principal de la baja. Es una de las razones’’, expresó Harr.

Sin embargo, Bril dijo que a la gente le gusta encontrarse con un rostro amigable y ellos aún necesitan dólares; entonces, si los latinoamericanos acuden al sector bancario de Estados Unidos, Florida debería ser el lugar lógico.

Bril señaló que respalda las restricciones más enérgicas, pero quiere que Estados Unidos presione para que se implementen en todo el mundo.

«Queremos ver los efectos. Si el único resultado de los controles es que el dinero se va a algún otro sitio, entonces no creemos que sea esa la intención de las leyes’’, sostuvo.

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