Por DIONISIO SOLDEVILA
Dicen que hijo de gato caza ratón, pues ese es el caso de Michael Almánzar, hijo del lanzador de los Medias Rojas de Boston, Carlos Almánzar. Michael, de 16 años, firmó el lunes en la noche un contrato de $3 millones de dólares con los Medias Rojas de Boston para convertirse en profesional y se unió a la misma franquicia a la que pertenece su padre.
Me siento muy orgulloso de conseguir este contrato con los Medias Rojas ya que ahora tengo la oportunidad de que con Dios delante pueda jugar junto a mi papá, dijo Almánzar, un torpedero de seis pies y cinco pulgadas de estatura.
Por la firma, considerada una de las más altas jamás firmadas en la República Dominicana, recibirá inicialmente $1.5 millón de dólares y el restante $1.5 millón será entregado de manera progresiva, informó el padre del jugador.
El joven Almánzar es definido como un pelotero de cinco herramientas, con capacidad para llegar a las mayores en unos tres años. Tiene como agente a Dominick Torres, quien maneja peloteros del calibre del inicialista de los Cardenales de San Luis, Albert Pujols.
El torpedero proviene de una familia corta y convive con su madre y su hermana en la República Dominicana mientras su padre juega en los Estados Unidos.
Carlos Almánzar se encuentra en proceso de rehabilitación de una operación de reemplazo de ligamento del codo derecho y espera comenzar a lanzar en las próximas semanas.
Esto es algo grande, ver a mi hijo convertido en todo un pelotero profesional. La familia está muy contento por este logro, dijo Almánzar, padre.
El bono de firma otorgado a Michael Almánzar es el más alto dado por los Medias Rojas en su historia de franquicia.