SANTA MARIA, California (AP).- Luciendo enfermo y tembloroso, Michael Jackson llegó nuevamente tarde al tribunal acompañado de un médico, pero luego de una demora de 45 minutos el juez ordenó reanudar la audiencia sin dar explicaciones a los miembros del jurado.

El juez Rodney S. Melville no adoptó al parecer acción alguna contra el cantante, que había sido amenazado con arresto y revocación de la libertad bajo fianza cuando llegó tarde el 10 de marzo, luego de un viaje al hospital en las primeras horas de la mañana para ser tratado de lo que sus abogados dijeron era una lesión en la espalda.

El lunes Jackson, de 46 años y acusado de abuso sexual de un menor, caminó con pasos cortos, vacilantes, hacia la sala del tribunal, y parecía estar muy dolorido.

El médico, Bert Weiner, miembro del Hospital Cottage, en Santa Ynez, se dirigió hacia la cámara del juez para hablar a puertas cerradas, y permaneció en la primera fila del tribunal cuando se reanudó el testimonio.

Durante la conferencia en el despacho del juez, Jackie, hermano de Jackson, y un guardia de seguridad, escoltaron al cantante al baño. Cuando regresó a la sala, se lo vio llorar frente a la mesa donde se sienta su abogado, con un pañuelo de papel sobre el rostro. Parecía tener dificultades para sentarse y para ponerse de pie.

Se hizo una llamada telefónica a la vocera de Jackson Raymone K. Bain para que comentara sobre la situación, pero ésta no devolvió la llamada.

La sesión en el tribunal se reanudó con el testimonio de un detective de la policía, el sargento Conn Abel, que estaba prestando declaraciones cuando el tribunal entró en receso el jueves.