Joselin Rodríguez 
Poder disfrutar del virtuosismo del pianista dominicano Michel Camilo, sea como intérprete clásico o de jazz, es un deleite para los sentidos. Esa entrega, armonía, alegría y sentimiento que derrocha en cada presentación, le han hecho merecedor de críticas excelentes doquiera que se presenta. Es indudable que por su maestría se ha convertido en un nombre de referencia en la escena jazzística mundial.
Esa singular destreza que tiene como pianista y compositor se pudo apreciar una vez más en el Teatro Nacional Eduardo Brito, donde actúo la noche del viernes junto al baterista Dafnis Prieto y el contrabajista Lincoln Goines, músicos que completan su trío. La descarga de buena música comenzó a las 8:50 de la noche con la pieza “On The Other Hand” (En la otra mano), que se desprende de su álbum homónimo de 1990, la cual se hizo muy popular en diversos países entre ellos Corea.
Concluido este primer tema, Camilo mostró su alegría de estar nuevamente en su patria y de poder compartir su arte con todos.
“Buena noche, espero que estén listos para disfrutar de un extenso repertorio. Será un concierto lleno de música y colores”, prometió el músico al dirigirse a su audiencia.
“Los dioses y Yoruba”, un tema que grabó en el Blue Note de Nueva York para un disco que aún no ha salido, “Un lugar en el tiempo” y “See You Later” fueron algunas de las piezas de su repertorio. Esta última, según dijo, fue un encargo del Festival de Jazz de San Francisco. Se trata de una pieza llena de colores en la que la batería ocupa un lugar protagónico. No fue de extrañar que al finalizar el tema, Dafnis Prieto fuera aplaudido de pie con entusiasmo.
Uno de los momentos más emotivo del concierto fue el homenaje que Camilo y su grupo le rindieron al cubano Ernesto Lecuona (1895-1963).
“El maestro Lecuona fue una figura clave en la pianística caribeña. Tuvo una carrera maravillosa, estamos rescatando su música. El año pasado participé en el documental “Playing Lecuona” junto a Chucho Valdes y Gonzalo Rubalcaba”, dijo Camilo, quien en el tributo incluyó una suite para piano, “Siboney” y concluyó con “Para Vigo me voy”.
El concierto finalizó con una pieza vibrante, que el público aplaudió de pie.
ZOOM
Algo más Feliz
A lo largo del concierto Michel Camilo siempre exhibió una sonrisa en su rostro. Se veía feliz y totalmente en sus aguas.
Buena química
La comunicación que el dominicano tiene con sus músicos es increíble. Solo basta un solo movimiento de su mano para que sus acompañantes hagan lo que desea. Tienen mucha química.
