Michelle Bachelet primera mujer presidente de Chile

Michelle Bachelet primera mujer presidente de Chile

POR RUTH BRADLEY
Santiago de chile.-
Michelle Bachelet, la candidata por la coalición de centro-izquierda de Chile, ganó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales para convertirse en la primera mujer presidente no solo del país, sino de América del Sur elegida por el voto popular. 

El servicio electoral del gobierno declaró el domingo, cuando ayer estaban contados la mayoría de las boletas, que la señorita Bechelet había obtenido el 53.5% de los votos. El candidato de la oposición Sebastián Piñera aceptó la derrota con el 47%.

“¿Quién hubiera pensado hace 20, 10 años atrás que Chile elegiría a una mujer como su presidente? […] Gracias por invitarme en este viaje”, dijo la señorita Bachelet a miles de partidarios felices que se agrupaban frente a la oficina centra de campaña en Santiago.

Para Chile, dijo la señorita Bachelet, este es un logro comparable a la recuperación de la democracia en su país en 1990, después de la dictadura de 17 años del general Augusto Pinochet. “Ustedes podrán contarle a sus nietos que participaron en un acontecimiento histórico”, prometió a sus seguidores.

En realidad, hace solo pocos años, la elección de una mujer hubiera parecido algo improbable en un país que, a pesar del incremento de su prosperidad y vínculos económicos cercanos con Europa y Estados Unidos, sigue siendo muy conservador. El divorcio se legalizó en 2004; el aborto no solo es ilegal, sino que ni siquiera está incluido en la orden del día de la señorita Bachelet.

Además, la señorita Bachelet es para Chile una mujer no convencional. Es una agnóstica en un país en el cual el 79% de la población se declara Católica y otro 15% pertenece a las iglesias evangélicas. Madre de dos hijos de su matrimonio y un tercero de otro compañero del que se separó, dista mucho de ser la familia ordenada a la que aspiran los chilenos de mejor posición.

Sin embargo, para muchas mujeres, ese es su atractivo. A pesar del conservadurismo de las convenciones aceptadas, más de la mitad de los niños chilenos nacen fuera de matrimonios y casi un tercio de los hogares están -como el se la señorita Bachelet- dirigidos por mujeres. “Ella es como nosotras; ella sabe qué difícil es criar sola a sus hijos”, dice Ana, una madre trabajadora de tres adolescentes.

La admiración por la señorita Bechelet como una mujer que ha superado la adversidad está acentuada por su sufrimiento a manos de la dictadura de Pinochet. Poco después del golpe de 1973, su padre, un general de la fuerza aérea, políticamente moderado, fue arrestado, y murió por un ataque cardiaco después de ser torturado. La señorita Bachelet, que entonces estudiaba Medicina, y su madres fueron arrestadas y torturadas.

Para algunas mujeres, la señorita Bechelet también representa una oportunidad de darles una lección a los hombres. “Los hombres subestiman nuestras capacidades; una mujer en la presidencia les va a callar la boca”, pronostica Carmen, una maestra de escuela secundaria de 54 años.

El machismo, aunque más velado en Chile que en muchos otros países de América Latina, es, en realidad, fuerte todavía. La mayoría de los hombres, preocupados por la corrección política, dicen que votarían sin problemas por una mujer; pero que no están tan seguros de que la señorita Bachelet sea apta para el cargo.

Esa es también la duda admitida por algunas de sus partidarias femeninas. En verdad, después de un resultado decepcionante en la primera ronda de las elecciones el 11 de diciembre, la victoria de la señorita Bachelet le debe mucho al patriarcal Ricardo Lagos, quien con el gobierno popular, encabezó su rescate.

No obstante, las mujeres esperan que su elección traiga una mejoría para ellas. Bachelet ha prometido mejor atención a los niños para facilitar la incorporación de la mujer a la fuerza laboral. Esto es algo que ha venido mejorando de manera sostenida, pero en cerca de 40% sigue siendo baja, aún en relación con los estándares de América Latina.

Y según ha dicho, su gabinete incluye un número igual de mujeres y hombres.

Las mujeres partidarias de la señorita Bachelet esperan algo más que eso. Esperan que su toque femenino, tal como ella prometió, signifique un nuevo estilo de gobierno más cercano a los electores y más a tono con sus necesidades. La trampa está en que la señorita Bachelet tendría solo cuatro años en el cargo, un tiempo corto hasta para una sociedad que está cambiando más rápidamente de lo que indican las apariencias.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

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