Miches, Alcoa, Falconbridge, Rosario, Barrick, Unigold

Miches, Alcoa, Falconbridge, Rosario, Barrick, Unigold

El producto minero se convierte en sal y borrajas, trabajo mal pagado y gran destrucción de la riqueza forestal y de acuíferos.

La explotación con químicos contamina aguas y tierras durante cientos de años, pues no hay control de los mismos.

El poeta Juan Sánchez Lamouth en “Canto al presentido petróleo de mi Patria” pedía que el oro negro no brotara porque su riqueza no sería invertida en nada beneficioso para el pueblo.

El oro de la mina de Miches benefició al tirano Trujillo, quien tomó el control de la explotación de la misma en la década de 1940; Miches continuó en el atraso y el olvido.

Pocos recuerdan aquella fiebre que llevó a tanta gente a convertirse en gambusino para que el beneficio de la tierra quedara en manos del mandamás y no contribuyera a la riqueza de la comunidad y su gente.

La Alcoa, la Falconbridge, la Rosario, no produjeron ningún cambio permanente, social, educativo, económico para las comunidades donde se extrajeron los miles de millones de beneficios para los explotadores de las minas.

El sábado pasado el título principal de la página 4A de HOY decía. “Campesinos de Dajabón se rebelan contra explotaciones mineras Unigold” y el título de un bajante de la noticia carece de desperdicios: “A esta humilde gente no parece atraerle la danza de los millones ni la fiebre del oro de la minería”.

Se conoce como “la fiebre del oro” a lo ocurrido en California a partir de 1848, de allí saltó al río Yukón y otros de Alaska.

Entonces surgieron poblados, negocios y pillos de toda laya surgieron de la nada en un ambiente de euforia que poco benefició a los lavadores de arena, quienes sufrieron los rigores del clima en su inútil búsqueda de riqueza. Pocos se hicieron ricos, mientras que los proveedores de los mismos y otros comerciantes encontraron la fortuna gracias a estos procesos.

¿Cuáles son los beneficios para el país, para Cotuí (que tiene la mala experiencia de la Rosario) y los que obtendría Dajabón con la Unigold?

Pregúntele a Miches, Pedernales, Bonao ¿en qué ha beneficiado a esas comunidades la desaparición de tierras agrícolas y ganaderas para que unos ricos se hagan más ricos con la riqueza ajena?

¿Alguien puede demostrar que la explotación minera beneficia al país y a los terratenientes en cuyo subsuelo se hallan las minas?

Evidentemente, hay que negociar la explotación de nuestras riquezas mineras para que nos beneficien a todos, no a un grupo de funcionarios corruptos y dos o tres cómplices de los capitalistas extranjeros.

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