Miedo al terrorismo rodea fiesta fin de año

Miedo al terrorismo rodea fiesta fin de año

NUEVA YORK (AFP).- Los participantes de la tradicional fiesta de fin de año en Times Square este miércoles de noche recibirán el 2004 con la parafernalia ya habitual: la bola de cristal, los cánticos, alcantarillas soldadas, detectores de radiación y perros de rastreo.

Por tercer año consecutivo, la gran manzana y varias otras ciudades en Estados Unidos cubrirán su celebración anual con un estrecho manto de seguridad, en respuesta a lo que amenaza con convertirse en una tradicional alerta antiterrorista de fin de año.[tend]

Los aeropuertos estarán controlados con el tipo de escrutinio normalmente reservado a instalaciones militares de máxima seguridad, mientras los puentes, túneles y monumentos nacionales estarán vigilados las 24 horas por unidades policiales especialmente entrenadas.

Los sobrevuelos sobre Nueva York fueron reducidos por razones de seguridad, dijo el martes la secretaría de Seguridad Interior, organismo que tomó idéntica medida en Las Vegas.

Aquellos que elijan unirse a la multitud de parranderos en las calles de Nueva York, podrían apretarse contra miles de uniformados y miembros de organismos de seguridad federales y locales vestidos de civil.

Por razones obvias, la seguridad también será la prioridad máxima para los 130.000 militares estadounidenses que pasan las fiestas de fin de año en Irak.

La moral de la tropa recibió un fuerte impulso luego de la captura de Saddam Hussein a comienzos de este mes, pero los ataques de la resistencia iraquí no se han detenido, incluyendo un ataque con misil contra el complejo militar estadounidense en Bagdad durante la Navidad.

El color del período festivo en Estados Unidos fue establecido el 21 de diciembre, cuando el gobierno aumentó el nivel de alerta de seguridad de amarillo -que implica un riesgo «elevado» de ataque-, a naranja, que supone un riesgo «muy elevado».

El secretario de Seguridad Interior, Tom Ridge, afirmó que la amenaza de que haya un ataque devastador de fin de año de la red Al Qaida de Osama Bin Laden era la más seria desde los atentados terroristas del 11 de setiembre de 2001.

Entre las ciudades que las autoridades estadounidenses identificaron como posibles blancos figuran Nueva York, Washington, y Los Angeles.

Esa preocupación se potenció cuando seis vuelos de Air France -tres de ellos de Los Angeles a París y los otros tres de París a Los Angeles- fueron cancelados la víspera de Navidad y el día mismo de Navidad, a pedido de las autoridades estadounidenses que temían que esos aviones pudieran ser utilizados como arma de ataque, como ocurrió el 11 de setiembre de 2001.

Este lunes el Departamento de Seguridad Interior anunció que requerirá que algunas aerolíneas de terceros países que sobrevuelen Estados Unidos lleven a bordo agentes armados.

Pero a pesar de la amenaza «muy elevada», las celebraciones tradicionales del año nuevo en todo el país prometen ser tan masivas y bulliciosas como siempre.

Para los participantes de la fiesta en Times Square, miles de oficiales de policía estarán a mano, respaldados por unidades especializadas en contraterrorismo entrenadas para detectar y contener cualquier secuela del uso de artefactos buioquímicos o radiactivos.

Varios cientos de miles de personas abarrotarán el punto neurálgico de Nueva York el miércoles de noche, cuando la seguridad normalmente estrecha en la Gran Manzana será aún más drástica. Por ejemplo, los hoteles exigirán ver las llaves de sus clientes y las tapas de las alcantarillas estarán soldadas.

«Aunque no estamos al tanto de ninguna conspiración específica que apunte a Nueva York, tenemos que actuar siempre como si la hubiera porque es la mejor manera de disuadir un ataque terrorista», dijo el alcalde neoyorquino Michael Bloomberg.

Para asegurar Times Square y otras zonas, Nueva York utilizará los recursos puestos a disposición por la Operación Atlas, un plan antiterrorista revelado por la ciudad cuando Estados Unidos atacó Irak.

El plan ofrece cientos de oficiales extra para patrullar zonas consideradas como posibles blancos de ataque, como centros religiosos, monumentos, atracciones turísticas, Wall Street, y estaciones de tren subterráneo.

El Departamento de Policía de Nueva York también desplegará unidades armadas conocidas como Equipo Hércules para patrullar otros posibles blancos como Times Square.

Otros oficiales asignados al centro de comando y control vigilarán los sucesos en el exterior y evaluarán las potenciales debilidades de Nueva York.

«El hecho es que aquí es más probable que alguien resulte dañado por un criminal que por un terrorista», dijo Bloomberg.

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