Manuel de Jesús Linares tiene más de 50 años. Su corazón está débil y, a causa de su afección cardíaca, los médicos le indicaron un cateterismo hace más de una semana. Hoy, sin embargo, aún no sabe cuándo se lo harán: con los médicos del Instituto de Seguros Sociales en huelga, toca esperar. Esa espera, sin embargo, podría costarle la vida.

Como Manuel, que es hermano de una compañera de trabajo, muchos pueden estar al filo de la muerte por una huelga que, quiérase o no, sabe a crueldad. Y es que, aunque el reclamo es más que justo, es una barbaridad que los pacientes sean los que tengan que pagar las consecuencias de esta huelga.

No sé si el Gobierno está esperando que alguien muera para intervenir en el asunto pero no logro entender cómo a estas alturas no le ha pagado a los médicos. ¡Estamos a 6 de febrero y debieron cobrar el 25 de enero!

Hay que ponerse en los zapatos de los médicos para entender por qué han radicalizado su lucha. ¿Usted se imagina trabajando durante 43 días sin cobrar? La última vez que ellos recibieron su salario fue el 25 de diciembre.

Ante tal regalo de Navidad y de Reyes es evidente que los médicos tienen toda la razón. Nadie trabaja para que no le paguen su salario. Lo duro es que sus métodos se traducen en un peligro para las personas a las que deben servir. Pensando en ellas debe buscarse otro método para reclamar. Quien va a los hospitales públicos lo hace porque no tiene otra opción. Y es muy triste que hasta eso se lo nieguen. ¿Hasta cuándo van a jugar con la vida de la gente?