POR MIRFAK ROWLAND
Existen muchas personas aficionadas a las antigüedades. Algunos gustan coleccionar relojes, otros vitrolas, mientras que hay quienes prefieren recolectar todo tipo de objetos siempre y cuando sean antiguos por su valor histórico o simplemente por su calidad, que en ocasiones, es superior a la de los modernos.

Pero, independientemente de todo lo antes dicho, la realidad es que recolectar antigüedades es un arte y un lujo, debido a que la mayoría de estas piezas son muy caras y ya han sido reemplazadas por otras más modernas y funcionales, y quienes las compran lo hacen más por gusto que por pura necesidad.

Y aunque es fascinante para quienes lo hacen, coleccionar piezas antiguas no es tan fácil como parece, ya que al momento de seleccionarlas se puede correr el riesgo de adquirir artículos que lejos de ser originales, sean más bien réplicas exactas, por lo que hay que tener cierto cuidado al momento de comprarlas.

Según Lucía Gil Salazar, vendedora de antigüedades con más de 20 años en el oficio, en algunos países de Europa las piezas consideradas antiguas deben tener más de 500 años en existencia, en tanto que aquí sólo deben tener más de 100 años de existencia.

“En el país es muy difícil que aparezcan artículos con más de 500 años, a excepción de las piezas taínas y las de la época de la colonización de América. Por esta razón es que un artículo con menos de 100 años es considerado viejo, y uno con más de 100 años es catalogado como antiguo”, indicó.

Gil Salazar, quien es aficionada a las antigüedades desde su juventud y que además posee un almacén con una inmensa variedad de piezas antiguas de gran valor, expresó que quienes mayormente demandan estos artículos son coleccionistas o parejas recién casadas que desean decorar su hogar y fusionar lo antiguo con lo moderno.

“También los dueños o decoradores de restaurantes vienen a mí en busca de piezas marinas con muchos años de existencia”, agregó.

Entre las mercancías más demandadas, la vendedora citó las  planchas de carbón, las cajas registradoras, las tinajas, los relojes, teléfonos, vitrolas, toca discos, entre otros, los precios generalmente oscilan entre los RD$600 y RD$25.000.

Entre los artículos más antiguos de venta en la tienda –indicó Gil Salazar– se encuentran:  máquinas registradoras y tinajas, ambas de 1883; piezas de barcos antiguos de 1900; juegos de muebles y comedores Luis XVI, y demás.  

En relación con la rentabilidad del negocio, la especialista en antigüedades dijo que aquel que desee abrir un negocio de este tipo no debe hacerlo con la idea de que va a depender sólo de él, ya que las piezas antiguas no son tan demandadas como los artículos de uso cotidiano.

“Este negocio no es rentable y es bastante complicado, así  el que lo tiene o el que desea tenerlo no debe tomarlo como su medio de subsistencia, más bien como un pasatiempo, pues estas piezas no son demandadas diariamente”, señaló.

Lucía Salazar recomendó familiarizarse con las antigüedades antes de empezar a coleccionarlas, ya que, según ella, la experiencia ayuda a determinar cuando un artículo es verdaderamente antiguo o cuando es una réplica exacta.

“Si usted no conoce los artículos es muy difícil que pueda darse cuenta, ya que los chinos y los japoneses saben imitar este tipo de piezas a la perfección”, puntualizó.

“Antiguedades Lucía” se encuentra ubicada en la calle Arzobispo Meriño número 255, en la Zona Colonial. Su teléfono es el 809-354-1645.