Las dos administraciones del PLD han realizado una extraordinaria obra de gobierno, comenzando con la recuperación y preservación durante 14 años de un clima de crecimiento con estabilidad; se ha más que triplicado el PIB medido en dólares, han sembrado el país de infraestructuras viales, el Metro de Santo Domingo, el Teleférico, se han sacado de la pobreza centenares de miles de dominicanos, programas sociales paliativos para los más pobres; esta administración está haciendo ingentes esfuerzos en el área educativa, de la salud, el financiamiento y el 911, sin embargo el PLD tiene varias deudas con los dominicanos y a nuestro juicio las más importantes están relacionados con el tema migratorio, la corrupción y la seguridad ciudadana.
La República Dominicana está siendo invadida pacíficamente por los ciudadanos del país más pobre de la región y uno de los diez principales estados fallidos y eso representa un riesgo demográfico, social y político porque ningún país, con los niveles de pobreza nuestro, puede darse el lujo de absorber, de importar pobreza, analfabetismo, enfermedades, afectando las posibilidades de construir una sociedad prospera, porque esa creciente población de indocumentados va a colapsar los sistema de salud, educativo, el mercado laboral y llenando de barrios paupérrimos nuestras ciudades.
Todos los gobiernos que han pasado son responsables de esa tragedia, pero cabe a los gobiernos del PLD la mayor responsabilidad y el próximo candidato de esa organización deberá abordar el tema en la campaña y de una vez por todas asumir con responsabilidad el tema fronterizo, la aplicación de las leyes y la deportación masiva de los que no se acogieron al plan de regularización.
La corrupción ha sido un mal endémico en todos los gobiernos, pero en los del PLD por el tamaño de la economía, ha adquirido magnitudes superiores a las anteriores administraciones. En un país con recursos limitados y baja presión fiscal no es posible la baja calidad del gasto y el enriquecimiento ilícito de funcionarios y empresarios. La impunidad representa el mayor estimulo a la corrupción y el PLD haciendo honor a sus orígenes y a su fundador debe hacer todo lo necesario para limitar la metástasis de este cáncer.
Es necesario un procurador general independiente y disponemos del marco legal con la Reforma de la Administración Fiscal, fruto de los gobiernos del PLD, si se cumplen estrictamente, desde la Ley de Compras y Contrataciones, y el Ministerio Publico actúa proactivamente ante el rumor público, habremos dado pasos firmes que deben completarse con el fortalecimiento de la Contraloría General y la Cámara de Cuentas. El epitafio de los gobiernos peledeistas no debe ser que fueron los más corruptos en la historia del país.
La seguridad ciudadana es otra tarea pendiente y aunque supuestamente la tasa de asesinatos ha disminuido, lo cierto es que es muy alta en relación a la media de la región y por supuesto a la de los países desarrollados; la criminalidad es consecuencia de la corrupción, la impunidad y la pobreza. El reciente caso del asesinato de un Coronel de la PN en Bani, la existencia visible y conocida de puntos de ventas de drogas, el tráfico de armas, drogas y seres humanos por la frontera son un reflejo de cómo la criminalidad y la corrupción ha permeado a las autoridades llamadas a combatirlas. ¿No se pueden desmantelar todos los puntos de drogas? ¿no es posible derrotar la delincuencia y criminalidad? Por supuesto que es posible con planes y voluntad política; varios países lo han logrado.
El PLD tiene muchos retos si pretende mantenerse en el poder, el primero de ellos es resolver con respeto a la institucionalidad democrática la situación interna, evitar una crisis política que devenga en una crisis económica y se pierda la obra icono del PLD: el periodo más largo en la historia de crecimiento con estabilidad; pero también en el próximo gobierno afrontar estos tres temas que representan lastres para dar el salto al desarrollo.